viernes, 24 de noviembre de 2017

EL TERCERO EN DISCORDIA: EL CRISTO DE LIMPIAS Y EL MAREMOTO DE 1755.

Se podría hablar mucho de la historia "milagrosa" del Cristo de la Agonía de la localidad de Limpias en el siglo XX. Quizás usted, lector, no lo ubique a la primera, pero seguramente sea el cristo más representado en España y Sudamérica, por eso con una simple fotografía le vendrá a la memoria.

Lo que quizá no sepa, es su origen gaditano que intentaremos explicarle, con los pocos datos que tenemos, además de la leyenda gaditana en torno a su figura.

Tenemos que situarnos en el Cádiz dieciochesco. Diego de la Piedra, natural de Limpias, viene desde Perú a continuar con su labor de comerciante para la casa de Jerónimo de Ángulo, conde de San Isidro. En la ciudad, se va haciendo un hueco dentro de la aristocracia gaditana, obteniendo varias casas, entre ellas dos grandes, una en el Mentidero y otra en la calle del Fideo (Enrique de las Marinas), y poseyendo un tiro con cuatro mulas y cochero, un lacayo, un mozo, dos porteros y dos negritas esclavas.

El año de 1755 se hizo también caballero de Santiago. En estas, y para el oratorio particular de su casa, encargó un cristo que imitara al que tanta impresión le había causado en el oratorio de la Santa Cueva. Posiblemente se lo encargara al mismo escultor, que se identifica con González el Granadino u otros escultores genoveses.

Lo interesante de la historia llega ahora el 1 de noviembre del citado año de 1755. No sabemos con certeza si el cristo se encontraba en el refectorio particular o en la Iglesia de San Francisco. Una de las leyendas explica que al entrar el agua tras el maremoto en la ciudad los padres franciscanos sacaron al cristo para contrarrestar la furia del mar en la parte baja de Cádiz, ya que el agua no llegaba hasta la iglesia franciscana. Al entrar en contacto con el tsunami, las aguas se pararon pero el cristo no pudo regresar al templo, quedándose en el refectorio particular de donde no saldría más.

Otros afirman, que fue desde la casa de Diego de la Piedra, propiedad real del conde de San Isidro, donde se sacó al Cristo que paró el agua. El error puede ser normal puesto que la casa y el convento se encontrarían muy cerca.

Por lo tanto, sería la tercera imagen en detener las aguas de aquel maremoto, junto con el estandarte de la Virgen de la Palma y la Virgen del Rosario.

Este hecho se cuenta en la historia del cristo en su localidad natal y en el mundo, para atribuir milagros a la imagen antes de los insólitos hechos que provocará en el siglo XX.

Sea como fuere, lo cierto es que el cristo es gaditano, aunque parece que fue encargado para ser enviado a Limpias, donde está actualmente. En su testamento, Diego de la Piedra, dona el cristo a su localidad de origen.

Es una historia conocida por los que seguimos la historia de la ciudad, pero quizás desconocida para muchos de los lectores, que a partir de ahora, la compartirán con sus conciudadanos.



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