domingo, 31 de diciembre de 2017

ANTES DEL COLEGIO SAN MARTÍN...

Hace unos años cerró sus puertas definitivamente el colegio Pio XII, sito en la plazuela de San Martín. Muchas gaditanas pasaron por sus aulas, y todas pueden hablarte de la historia vivida entre sus muros, desde que en 1872, las Hijas de la Caridad recibieran el edificio para la labor educativa. Se conservan archivos de estudiantes, historias y leyendas en la memoria del Cádiz del siglo XX.

Pero...algunas veces... los gaditanos de a pie, se preguntaron de dónde venía ese hermoso patio porticado que no es común en una institución educativa. Aquí en algunas líneas vamos a intentar desentrañar el misterio.

Tenemos que remontarnos al año 1772. Desde 1717 Cádiz gozaba de la primacía comercial con América tras el traslado de la Casa de Contratación a la ciudad. Muchos comerciantes se instalaban en nuestra ciudad. Como sabéis desde 1680, en la misma plazuela estaba situada la Casa del Almirante de la flota de Indias, siendo el corazón del barrio del Pópulo uno de los sitios señeros para la actividad comercial. En este contexto llega a Cádiz la familia Picardo, encabezada por Don Benito Picardo. Este hombre consolidará en el número 326 de la plazuela de San Martín, hoy el número 1, su domicilio y su casa comercial.

¿Y quién era Benito Picardo?... pues un genovés, que hasta principios del siglo XIX no obtendrá la carta de naturaleza hispana para poder comerciar como un español. Esta familia será una de las más notables del Cádiz dieciochesco. Los nombres de Benito Picardo pasarán de padre a hijo sucesivamente hasta finales del XIX. Fueron regidores de la ciudad, directores del Monte de Piedad, pertenecieron a la Junta del Directiva del Casino, y el primero también fue caballero comendador de la orden de Carlos III. Uno de los herederos, Benito Picardo y Arado, será muy conocido en todo el territorio español al hacer una donación de 100.000 libras esterlinas a Fernando VII en 1823. Otro de ellos, Benito Picardo y Picardo, llegará a ser el 4º mayor contribuyente de la provincia.

Éste último deja en testamento 23 fincas urbanas en Cádiz, tres en Puerto Real, cinco en San Fernando más terrenos en Puntales.

El responsable de la donación a las hijas de la Caridad, será otro regidor de la ciudad, con el mismo nombre pero con el apellido también Paul, Benito Picardo y Paul, que se emparentará luego con la familia de los Blázquez, familia conocida por sus asuntos bodegueros y por su incursión en la política nacional (senador Agustín Blázquez y Blázquez) y local (alcalde Agustín Blázquez y Paul). También es importante antes de dar por concluida esta breve reseña sobre la familia Picardo, recordar que uno de sus descendientes será emparentado en el siglo XX con la familia Carranza, heredando entre otras cosas, la Casa Palacio de los Mora, nos referimos a Alvaro Picardo, que todavía es recordado en la finca con el nombre de la bodega.

Esperando que este pequeño resumen de la burguesía gaditana del dieciocho, reduzcan las dudas que nos puedan surgir ante este edificio,  hoy por desgracia, menos visible que otrora.

jueves, 28 de diciembre de 2017

El arte perdido en Cádiz. Coleccionistas de arte en el Cádiz del XIX.

El Cádiz comercial hizo prosperar a muchas familias gaditanas y extranjeras que convirtieron sus casas en la ciudad en auténticos museos de colecciones de arte. Estamos hablando de un tiempo donde el coleccionismo daba pomposidad, y se coleccionaban desde pinturas hasta objetos arqueológicos. La mayoría de estas colecciones abundantes en la ciudad se fue perdiendo en el tiempo hasta prácticamente desaparecer en otras manos privadas o museos del resto del mundo, pero pensamos que es interesante conocer el legado del que dispusieron estos burgueses acomodados en sus casas y que por lo tanto, un día tuvo la ciudad, aunque no fuera disfrutado por todos.

Entre las mayores colecciones, como hablamos en otros post se encontraba la de Pedro O´Crowley. Este comerciante de origen irlandés intentó establecer en la ciudad un pequeño museo o galería en su casa natal. Destacaremos sobre todo algunas de las notables obras que nos menciona Antonio Ponz en su Viage de España. Así Antonio Ponz recoge en su libro lo siguiente:

"Vi también con singular complacencia la casa de Don Pedro Alonso O- Cruley, y todas las singularidades de las bellas Artes, monedas, piedras grabadas, y otros monumentos de la docta antigüedad, que ha recogido. La colección de pintura asciende a un par de centenares de piezas; las más son originales y de buenos Autories, así Españoles como Extrangeros; las hay de Pablo Veronés, de Ribera, de Rubens, Van- Dick, Alonso Cano, Murillo, Ribalta, Castillo, Céspedes, Velázquez, Carreño, Zurbarán, el Piombo, Borgoñon; varias de Murillo, diferentes de la Escuela de Durero, Brughel y otros muchos, de Juan de Sevilla, de Pedro Atanasio, de SCastillo, de Martinez, etc, etc. Es mucho lo que hay, y algo de ello se estima de Ticiano y de Guido.

Piensa el Señor O-Cruley edificar una galería para colocar dichas obras con buen orden, y ya puede ser que lo haya executado. No se limita su buen gusto y afición a las pinturas; pues se extiende también a las Antigüedades de todas suertes, habiéndose aplicado particularmente al conocimiento de las monedas antiguas; ello es que el número de estas asciende a unos quantos millares, y que es muy copiosa la colección imperial, y aún más por su término, la de nuestras Colonias...." 

En una Carta a Antonio Ponz recogida por Pablo Antón Solé, O´Crowley menciona las obras de mayor interés ;

"Las que por más superiores piezas dme dijo vuestra merced le tuviese en la memoria fueron a saber:
- Un Cristo Grande de Alonso Cano
- El mi agro de San Grego en la Misa, pieza grande de Ribalta.
- Un San Juan en el desierto, de Anibal Carraci
- Una Magdalena de Murillo.
- Otra dicha de Jordán imitando al Guarnicho
- Dos cuadros chicos originales de P.P. Rubens
- Un borrón de Murillo, representa el cuadro que está en los capuchinos, de Sevilla, en que J.C. se desclava un brazo de la cruz y con el mismo abraza a San Francisco, etc.

Para poner en el mejor orden y colocación dichas pinturas, estoy fabricando una Galería de 14 varas de largo, 5 1/2 de ancho y 7 de alto;  no tendrá luces colaterales ni otra más que la que reciba por tres linternas en el techo de a siete cuartas de diámetro cada una con resguardo de cristales, etc.

Mi medallero en todas series pasa del número de 7000 monedas...."

Destacará sobremanera la colección de arte de Sebastián Martínez , que según nos dice Ramón Solis superaba los 300 lienzos, además de otras numerosas obras de arte no pictóricas. Así el mismo Antonio Ponz se quedará asombrado de la majestuosidad de esta colección recogiéndola también en sus escritos;

  " Se encuentran en ella obras muy singulares de Ticiano, de Leonardo da Vincia, de Velázquez, de Murillo, de Cano...
De Tiziano es una Diana sentada sobre sus ropas como en actitud de haber salido del baño... La obra es del mejor Tiempo de Ticiano...
De igual consideración es por su término la tabla de Leonardo da Vinci que representa de medio cuerpo al Salvador del mundo...
Merecen muy particular mención tres bodegones de Don Diego Velázquez...
Hay en dicha colección un quadro de Murillo... representa un país sumamente frondoso... Del mismo Murillo posee el Señor Martínez un San Juan Niño...y un San Antonio de Padua... De Alonso Cano hay una Dálila cortando los cabellos á Sansón... Sería largo especificar todas las otras pinturas de esta colección... Las hay de Ribera, de Sebastián Herrera, de Zurbarán..."

Otra colección importante será la de Nicolás de la Cruz y Bahamonde, conde de Maulle, que contaba con firmas importantes tales como las de Peruggini, Guido Rehni, Trevisani, todo ello presidido por un Leonardo da Vinci. 

Destaca también la colección de Josph de Murcia con una Magdalena y un San Gerónimo de Alonso Cano, también "la Muerte de Abel" de Bianchi, cuadros de Herrera el viejo, de Ribera, un retrato de Murillo y otro de Van Dick.

San Diego de Alcalá, de Zurbarán, que estuvo en la colección de Luis de Sola y Sola
Por último, aunque la lista de coleccionistas continuaría, hablaremos de la colección de Luis de Sola y Sola, que heredaría su hijo y primer alcalde de Cádiz de la Segunda República, Emilio de Sola y Ramos. Este tendría la colección en un piso de la calle Adolfo de Castro, donde colgaban un San Diego de Alcalá de Zurbarán, una sagrada familia de la escuela lombarda, San Felix de Cantalicio y el Niño Jesús de Murillo, un San Andrés de Tintoretto, un descendimiento de Maerten de Vos, algunas planchas de Rubens, y destacando, un Ecce- Homo de Alonso Cano.

La decadencia económica de algunos de ellos, en otros casos, la guerra Civil, como con Emilio de Sola, fueron haciendo que estas obras salieran de la ciudad para no volver, y así, aunque nunca fuera del pueblo y sí de las ricas familias, la ciudad vio perder obras de arte que habían estado asentadas en la ciudad.

Por su presencia aquí, su relación ya con la historia gaditana, pensaba que había que recordarlas.

domingo, 24 de diciembre de 2017

La leyenda del Cándil (Calle Obispo Cerero)


Algunos de los antiguos nombres de la calles de la ciudad llevaban consigo una historia curiosa detrás. Mirando el nomenclator uno de los que más nos llama la atención es el de la antigua calle del Candil, hoy Obispo Cerero, la pequeña calle que va de San Antonio a Enrique de las Marinas justo al lado de la antigua Banca Aramburu.

Adolfo de Castro en su Nomenclator nos habla del origen de la denominación de esta calle.

          "Tiene origen en lo siguiente.  El año de 1643 se descubrió en el campo de la Jara y sitio que ocupa esta calle un sepulcro del tamaño de un pequeño aposento abovedado. Varios canteros que sacaban cantos en las canteras que abrieron en aquellos terrenos, rompieron casualmente la bóveda, y observaron que salía un olor como de pavesa. Cuando bajaron a ver lo que allí había, encontraron el sepulcro y un candil de barro donde había estado encendida aquella luz peremne que tanto usaron para las tumbas los griegos y romanos".

Sin saber si es real o no la historia como se cuenta, si sabemos que toda esa zona estaba llena de enterramientos, como los que salieron a la luz cuando se construyó el parking de San Antonio. Además conocemos numerosos aljibes y bóvedas en las diferentes fincas.

Algunos investigadores, interesados en esta historia, han intentado identificar alguna de las bóvedas existentes en la zona en la actualidad con esa descripción que se nos hace de 1643.

Uno de los lugares que ha sido apuntado para albergar esta historia es el sótano del edificio de la UNED, del que aportamos fotografía, sin haber sido contrastada científicamente esta teoría. Como el pasado día 20 visitamos la casa palacio que alberga la UNED, pues se nos antojó preciso relatar la historia que conocíamos al respecto. También es curioso que esta historia del candil se repita en otras regiones del mundo.

Al menos apuntemos como llamativa la nomenclatura antigua y la leyenda existente en cuanto a su nombre, que seguramente en el pasado, entendieran mucho mejor que lo que lo hacemos en la actualidad.


EL ANCLA DE SOPRANIS

Desde que me mudé a la calle Sopranis fui mirando cada uno de los detalles, los guardacantones, las portadas, las casas como la del Gas, pero había algo que no me cuadraba. En la confluencia de la calle Sopranis con Amaya, existía un guardacantón que no era muy común, me preguntaba día tras día que sería, hasta que supe que era un ancla. Como sabemos esta calle tuvo una gran importancia comercial durante el XVIII y también fue una zona marinera, donde vivieron bastantes marinos, para pasar en el XIX a ser ya corazón del barrio de Santa María, con toreros, bandilleros, flamencos...


Pues allí estaba en esa esquina, el guardacantón más extraño que había visto, el ancla que debía ahora buscar en la bibliografía, y para ello uno de los primeros pasos fue buscar en los periódicos, encontrando en el Demócrata de principios de siglo el anuncio de un singular café, "El ancla" en el local que se encuentra justamente al lado, donde hoy se sitúa la peña el Noray.  Hasta ese momento no supe qué fue antes si el ancla o el café. Por eso decidí seguir buscando y dí con que Julio Molina Font había investigado el local. El ancla estuvo en activo hasta mediados del siglo XX, pero la historia de Molina Font nos retrotrae al primer tercio del siglo XIX, no con ese nombre sino con el de Pauleta, siendo un freidor expendedor de bebidas, que en una competencia con el freidor de pescado que luego se instala en la calle (dice que el primero), llega para Molina Font a crear las primeras tortillas de camarones, también las de pero, que anunció como perro y que provocó que la inspección se colara en el establecimiento para evitar la carne canina hasta que se demostró que fue un error ortográfico y que realmente eran los peros, las manzanas en esta parte de Andalucía las que formaban parte de esas tortillas. Venían desde Génova Pauleta y su pareja y parece ser que fueron los primeros en denominar "del Ancla" a su local.

Hasta el momento y sin conocer si existe alguna publicación más directa y concreta que me hable de los orígenes de ese ancla, esto es lo que hemos conseguido saber, a través de la prensa y las publicaciones del investigador Julio Molina Font. Si algún lector, conoce algo más sobre el asunto, ruego que nos lo hagan saber.

viernes, 24 de noviembre de 2017

EL TERCERO EN DISCORDIA: EL CRISTO DE LIMPIAS Y EL MAREMOTO DE 1755.

Se podría hablar mucho de la historia "milagrosa" del Cristo de la Agonía de la localidad de Limpias en el siglo XX. Quizás usted, lector, no lo ubique a la primera, pero seguramente sea el cristo más representado en España y Sudamérica, por eso con una simple fotografía le vendrá a la memoria.

Lo que quizá no sepa, es su origen gaditano que intentaremos explicarle, con los pocos datos que tenemos, además de la leyenda gaditana en torno a su figura.

Tenemos que situarnos en el Cádiz dieciochesco. Diego de la Piedra, natural de Limpias, viene desde Perú a continuar con su labor de comerciante para la casa de Jerónimo de Ángulo, conde de San Isidro. En la ciudad, se va haciendo un hueco dentro de la aristocracia gaditana, obteniendo varias casas, entre ellas dos grandes, una en el Mentidero y otra en la calle del Fideo (Enrique de las Marinas), y poseyendo un tiro con cuatro mulas y cochero, un lacayo, un mozo, dos porteros y dos negritas esclavas.

El año de 1755 se hizo también caballero de Santiago. En estas, y para el oratorio particular de su casa, encargó un cristo que imitara al que tanta impresión le había causado en el oratorio de la Santa Cueva. Posiblemente se lo encargara al mismo escultor, que se identifica con González el Granadino u otros escultores genoveses.

Lo interesante de la historia llega ahora el 1 de noviembre del citado año de 1755. No sabemos con certeza si el cristo se encontraba en el refectorio particular o en la Iglesia de San Francisco. Una de las leyendas explica que al entrar el agua tras el maremoto en la ciudad los padres franciscanos sacaron al cristo para contrarrestar la furia del mar en la parte baja de Cádiz, ya que el agua no llegaba hasta la iglesia franciscana. Al entrar en contacto con el tsunami, las aguas se pararon pero el cristo no pudo regresar al templo, quedándose en el refectorio particular de donde no saldría más.

Otros afirman, que fue desde la casa de Diego de la Piedra, propiedad real del conde de San Isidro, donde se sacó al Cristo que paró el agua. El error puede ser normal puesto que la casa y el convento se encontrarían muy cerca.

Por lo tanto, sería la tercera imagen en detener las aguas de aquel maremoto, junto con el estandarte de la Virgen de la Palma y la Virgen del Rosario.

Este hecho se cuenta en la historia del cristo en su localidad natal y en el mundo, para atribuir milagros a la imagen antes de los insólitos hechos que provocará en el siglo XX.

Sea como fuere, lo cierto es que el cristo es gaditano, aunque parece que fue encargado para ser enviado a Limpias, donde está actualmente. En su testamento, Diego de la Piedra, dona el cristo a su localidad de origen.

Es una historia conocida por los que seguimos la historia de la ciudad, pero quizás desconocida para muchos de los lectores, que a partir de ahora, la compartirán con sus conciudadanos.



martes, 21 de noviembre de 2017

¿POR QUÉ DEFIENDO QUE LO MÁS IMPORTANTE DE CÁDIZ ES SU FISONOMÍA, LAS MURALLAS Y LAS CASAS PALACIOS?

Hay mucha gente que se para y me dice, pero Moisés, ¿por qué defiendes eso en una ciudad con tres mil años de historia?. Voy a intentar argumentar, aunque es difícil, mi planteamiento.

Está claro que ser la primera colonia fenica de occidente, heredera del reino de Tartessos, y una gran urbe romana, son elementos más que suficientes para considerar a Cádiz una ciudad histórica de alta importancia. Pero lo que en la historia reina es la exclusividad, y al hablar de patrimonio, exclusividad de restos materiales o monumentales.

Ante esta respuesta, la que me dan suele ser, sí, pero aquí tenemos dos sarcófagos antropoides púnicos. De acuerdo, son fantásticos y únicos en la parte más occidental de Europa. Pero, primero, no eran el principal enterramiento púnico, sino más bien tienen influencia griega y egipcia, y por supuesto no son exclusivos, hay cientos en otros museos, como el de Tiro. Para los que no los habéis visto nunca aporto algunas fotografías.




Tras esta argumentación, me dicen, pero tenemos el teatro más antiguo de Hispania. De acuerdo importantísimo, pero no exclusivo, hasta el pueblo más perdido del imperio tenía un teatro. Hay teatros mejores conservados en España, en Andalucía e incluso en la provincia, que nos quitan esa exclusividad de la que hablaba anteriormente. No es desprestigiarlo, es situarlo en su medida. Va a ser muy importante porque es el más antiguo y el que más aforo tuvo hasta la construcción del de Corduba (capital de la Bética), y también por su pervivencia histórica y dar sentido a un barrio medieval.

Podría pensarse que el Pópulo es algo exclusivo, y ciertamente lo es, por su tamaño, y porque da sentido a nuestra historia, pero también hay millones de ejemplos medievales de más valor en el mundo.

Ahora, la construcción de las casas palacios, la trama urbana del siglo XVIII y el sistema defensivo de la ciudad (por ser el primero) si son TOTALMENTE EXCLUSIVOS. No repiten modelo, son el original, y el sistema de fortificación sirve de base para las fortificaciones de toda Hispanoamérica. En cuanto a las casas palacios y las torres miradores, son una exigencia propia del urbanismo de la ciudad y el comercio, también exclusivos de esta tierra. Por ello, esa exclusividad es en la que hago hincapié al hablar del siglo XVIII gaditano y el patrimonio, subrayando que si algún día esta ciudad quisiera ser patrimonio mundial de la UNESCO, sería en esos iconos en los que tendría que basar su argumentación para ser declarada como tal.

Espero que os haya gustado esta pequeña reflexión-disertación histórica.




lunes, 20 de noviembre de 2017

¿Por qué Colón no salió de Cádiz en su primer de viaje y lo hizo desde el puerto de Palos de la Frontera?

Intentaremos dilucidar esta cuestión de manera rápida. Se ha presentado en numerosas ocasiones como hipótesis del origen del viaje el que Cádiz todavía no era una ciudad de realengo y pertenecía aún a los Ponce de León.

Pues bien, desde hace varios años, está despejada esta duda. Esa tesis es insostenible, puesto que ya desde Cádiz se realizaban expediciones y viajes de mandato real, como  es el embarque de 8000 judíos que se expulsaban en marzo de 1492

No cabe duda de que Cádiz era el puerto más apropiado para la misión. En su obra El Cádiz del siglo XV y Cristobal Colón, el amigo Juan Antonio Fierro nos explica la clave. La verdadera causa debía ser de carácter excepcional, como fue aceptada desde los primeros momentos. Y para ello nos habla de la obligación contraída por la Villa de Palos con la Corona de aportar dos carabelas al año, que ya cita Parry en su obra en 1984, también el que esta villa era de realengo desde el 24 de Junio de 1492 y en la citada Villa Colón tenía amistades.

Tras cumplir con esta obligación, sería el propio Colón el que elegiría otros puertos como Sanlúcar o Cádiz para sus expediciones, siendo ambas base de salida en los viajes posteriores.

Así, el 25 de septiembre de 1493 partía del puerto gaditano, después de 3 meses de preparativos la segunda Expedición con más de 1300 personas, 17 barcos, formando parte de la misma "La Niña". Se habla de un gran acontecimiento de fiesta en la ciudad. Las últimas naves de la Segunda Expedición regresaron al puerto de Cádiz el 11 de junio de 1496.


lunes, 13 de noviembre de 2017

Lucha por lo que crees

Es lo que me dijo mi padre. Y eso hago cada día.

A parte de las cosas existenciales y necesarias para vivir, sigo soñando despierto todos los días, con mejorar mi ciudad, nuestro futuro común y nuestras oportunidades. Es una quimera en este mundo individualista, pero así lo intento. Sigo formándome con 36 años, y sigo embarcado en muchos proyectos. Ahora, dentro de poco, empezaremos otro con la universidad con el fin de estudiar a fondo las Casas Palacio con el grupo de Investigación de Patrimonio.

En esas andamos, cuando llega un nuevo día del patrimonio solidario, el próximo 25 de noviembre. Y es ya el cuarto. Cuando hicimos el primero muy poca gente en Cádiz se interesaba realmente por estos temas, y los que lo hacían lo hacían de manera aislada. Hoy todos hablan de patrimonio, de nuestros monumentos y de las oportunidades que tenemos con ellos.

El día del patrimonio solidario se originó con la idea de conocer lo nuestro sobre todo pensando primero en los de aquí, pero sin ser excluyente al de fuera. Valorar lo que tenemos, quererlo y cuidarlo, siendo consciente que el legado que nos dejaron es más fuerte que nuestro presente y que nos puede ayudar en nuestro futuro.

En unos días sacaremos la programación definitiva, en la que se incorporan nuevos retos, aventuras, lugares, con el fin de que la iniciativa vuelva a ser un éxito. Podrás conocer lugares con especialistas de primera mano que raramente se pueden visitar y otros que sí se pueden visitar con el interés añadido de escuchar su historia. Si amas a Cádiz, tienes que venir, participar y ayudar. Ayudar a su difusión, a que la jornada sea un éxito, y ayudar también en la campaña de recogida de alimentos, solidaria, no caritativa, pues nosotros  planteamos la ayuda como a nuestros semejantes, sin saber siquiera algunos de los que realizamos estas jornadas, si tendremos que acudir a una de estas fuentes de alimentos en los tiempos venideros.

El proceso para apuntarse es fácil, mirar la programación, elegir dónde quiero ir, mandar un correo a adipcadiz@gmail.com y recibir confirmación. Esta será positiva o negativa si ya la visita se encuentra llena, pudiendo elegir otro cualquier espacio de los ofertados. A cambio traer alimentos.

También hemos creado un hastag en las redes. En esta era de la comunicación, una manera fácil de llegar a todo el mundo es reproducir fotografías de nuestros monumentos. Por eso te animamos a que sigas nuestra tendencia hasta convertirla en trending topic con miles y miles de fotografías de nuestra ciudad y el hastag #patrimoniosolidario.

Ayúdame a seguir luchando en lo que creo, en mi ciudad, en Cádiz.

Moisés Camacho Ortega.

Presidente de ADIP

domingo, 22 de octubre de 2017

¿POR QUÉ "DIOS" SALVÓ A CÁDIZ Y NO A LISBOA EL 1 DE NOVIEMBRE DE 1755?

Desde que nacemos los gaditanos escuchamos hablar de la intervención divina por la ciudad en la mañana del 1 de noviembre de 1755. La Virgen de la Palma, el estandarte y el crucifijo que se clavó en su calle y que hicieron retroceder a las aguas, que se recoge en las actas de la Cofradía, o la salida de la Virgen del Rosario a la muralla y la exposición hacia el mar de la Custodia son los actos que se asocian con la divinidad. Pero Lisboa era una ciudad igual de católica que Cádiz, y también se recurrió a imágenes, que en aquella ciudad, no hicieron nada para paliar la catástrofe. Tanto es así, que los pensadores modernos, como Voltaire, empezaron a negar la existencia de un Dios justo; Lisboa no merecía ese castigo divino, y en contra de lo defendido hasta entonces, el pensamiento occidental dio un giro de 180º, criticando las teorías de Leibniz.La explicación real de esa predilección por los gaditanos es mucho más fácil y razonable de lo que parece.

Primaramente, nos encontramos en el 1 de noviembre, en Lisboa era (y es) muy común dejar velas encendidas en las casas por los ya fallecidos. Esas velas tras el terremoto provocarían un incendio generalizado en la ciudad, que destrozaría, junto al terremoto y el tsunami, un 80 % de los edificios.

El propio terremoto se dejó sentir de manera mucho más notable debido a la cercanía del epicentro en la ciudad portuguesa.

En cuanto al tsunami,  los lisboetas habían perdido la memoria del antiguo terremoto de 1531, y no sabían que tras el gran terremoto venía el inevitable tsunami. La caida de cascotes y casas había matado ya a muchos lisboetas, por lo que lo más inteligente, aparentemente, era huir a lugares amplios donde no se produjeran más caídas de cascotes que pudieran provocar más muertes.  Mucha población acudió junto al Palacio Real, en una explanada conocida hoy como Terreiro de Paço, para evitar ser aplastados por los edificios. Allí les sorprendió el tsunami y produjo la mayoría de las victimas, al nivel del mar, sin protección alguna. Durante días y semanas, aparecieron víctimas del tsunami en diferentes puntos marítimos. Más de una cuarta parte de la población murió, calculándose los fallecidos entre los 60.000 y los 80.000.

Cádiz, por su parte, sólo tuvo que lamentar 13 victimas contabilizadas, más los que perecieron en el camino del arrecife o fueron llevados por el agua. Se calcula que las olas fueron incluso mayores que en Lisboa. ¿Qué ocurrió?. Pues primero, Cádiz era una ciudad amurallada, la férrea muralla de piedra que envuelve la ciudad resistió en casi todo el perímetro excepto en la Caleta, por donde sí entró el mar, pero el barrio de la Viña estaba aún escasamente poblado y la mayoría de sus habitantes subieron a las azoteas. Por la parte de poniente, donde estaban la Virgen del Rosario y la Custodia, la muralla fue infranqueable, pereciendo sólo las personas a las que la llegada del tsunami les llegó en la mar.
Por otra parte la dirección de la población fue otra, al contrario que en Lisboa, tras el terremoto, Antonio de Azlor, el gobernador de la ciudad, que puede ser que tuviera experiencia en hechos de similares características en América, junto a Manuel Bonco, al ver cómo se retiraba el mar, ordenaron cerrar la puerta de Tierra de la ciudad. Parte de la ciudad estaba en alto y las olas no consiguieron penetrar, y las murallas hicieron su trabajo de contención. Lo lógico y racional tras el terremoto hubiera sido huir a zonas donde no se produjeran derrumbes y el camino del Arrecife era el sitio ideal, por lo que muchos huyeron rápidamente, y sin duda, fueron engullidos por el tsunami. Son estos hombres , Antonio de Azlor y Manuel Bonco, los que consiguieron que "Dios" se aliara con Cádiz e impidieron que las cifras de fallecidos fueran similares a las de otros lugares de Portugal y la Península.

miércoles, 31 de mayo de 2017

EL MONUMENTO A MORET COMO TRIBUNA PÚBLICA: VIVA LA REPÚBLICA.





Son muchas las utilidades que ha tenido la escalinata que sostiene el gran monumento a Moret a lo largo de la historia, desde el apunte directo al Ayuntamiento por las tropas golpistas al final del periodo republicano a lo que hoy vemos, lugar de encuentro de los amigos de los Pabellones, donde cada día, con su presidente Miguel Clares, dan alegría a lo que antaño fuese la principal plaza de la ciudad. 

Entre otros momentos mágicos vividos por esa escalinata, que ya no es la original, tenemos que señalar lo que allí se vivió el 13 de Abril de 1931, tras las numerosas manifestaciones que recorrieron a pie la ciudad de Cádiz con vítores a la proclamación de la II República tras el triunfo electoral en las principales capitales de provincia de España de la conjunción republicano-socialista.

Y es que al despedirse la cabeza de la manifestación principal, con los candidatos de la conjunción republicano-socialista, ésta se dirigió a dicho monumento, convirtiendo las escalinatas en una tribuna pública. Desde allí un orador improvisado recogía aplausos de los primeros grupos, sobre la verja que rodeaba a dicho monumento. El republicano Santiago Rodríguez Piñero, fue levantado en alto y tuvo que acceder a las escalinatas acompañado de un grupo compacto. En ellas, el orador republicano protestó airosamente por el resultado electoral surgido en Cádiz, donde Diego Caro Cancela, catedrático de Hª Contemporánea de la UCA, demostró que hubo un fraude electoral. El público fue creciendo notablemente entre vítores a la República. Seguidamente alzado por el mismo procedimiento, llegó a la tribuna el presidente del Partido Republicano Autónomo, Emilio de Sola, en torno al que se agolparon más de un millar de personas, mientras otros se iban uniendo desde las zonas próximas y desde Extramuros. Allí expuso que el objeto de toda la manifestación era que fuera destituido el alcalde, Ramón de Carranza, como consecuencia de la lamentable conducta electoral del domingo anterior.

Y así quedó constituido el primer discurso casi un prolegómeno de la proclamación de la República en la ciudad, que se produciría poco después, en los peldaños de la tribuna pública, del espacio del pueblo, que fue la escalinata del monumento a Segismundo Moret, y pronunciado por el que sería el primer alcalde del periodo republicano en Cádiz. 

jueves, 11 de mayo de 2017

UNA INTERESANTE PONENCIA. LOS OBISPOS DE CÁDIZ EN EL SIGLO DE LAS LUCES del DOCTOR FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA.





El pasado 25 de Abril tuve la oportunidad de asistir a una ponencia del Doctor Glicerio Conde Mora en el Ateneo de Cádiz en la que disertó sobre una parte de su trabajo de investigación publicado Los Obispos de Cádiz (s.XIII-XIX) de la Editorial Publicia. 

En la charla pudimos conocer un poco más a los obispos que ocupan la Diócesis gaditana en el siglo XVIII.  Tras una introducción general sobre el origen y la evolución de la misma, entró en detalle con el primer obispo;

Fray Alonso de Talavera fue obispo de Cádiz desde 1696 hasta 1714, de la orden de los Jerónimos fue confesor real y estuvo en medio de la guerra de Sucesión. Tuvo que hacer frente en Cádiz a la pérdida de Gibraltar en 1704 y al ataque a Cádiz en 1702, además de la crisis de subsistencia de 1709. En su visita Ad limina que envía a Roma al Papa Clemente, nos contó el doctor Glicerio que se mencionaba Cádiz en una continúa crisis de subsistencia, apareciendo por las calles muchos mendigos. Este obispo cuido de manera importante el Seminario. 

Su sucesor fue Lorenzo de Armengual que sería obispo durante el periodo 1714 - 1730. Nacido en Málaga fue presbítero Capellán de su Majestad y sacerdote en Zaragoza. Con la firma del Tratado de Utrecht en 1713 se preocupa del tema de los católicos de Gibraltar, visitando la localidad. En 1722 comienzan las obras de la Catedral Nueva de Cádiz, en pleno apogeo comercial de la ciudad. También este obispo financia la Iglesia de San Lorenzo con su propia renta. Favorece el Hospital de las Mujeres. Su sobrino será quien lleve a la institución el San Francisco del Greco que conservamos. 

A éste le sucede Fray Tomás del Valle desde 1731 a 1776, un dominico formado en Ceuta, donde también fue Obispo. Era madrileño y pariente de Valle Inclán. Fue Capellán Mayor de Felipe V y Vicario General de la Armada. En su Ad Limina que Glicerio consulta en el Archivo Vaticano aparece que en Cádiz existes 7 conventos de frailes. Importante será su labor en el desarrollo del convento de las Carmelitas Descalzas y sobre todo en la creación del Hospital de San José en la isla de León. Las obras de la Catedral de Cádiz llegan hasta la bóveda durante su ejercicio. Será también el obispo que afronte el maremoto de Cádiz, escribiendo el 4 de noviembre su nota dando las gracias a la Virgen del Rosario. También tiene que afrontar la expulsión de los jesuitas en 1767, aunque en este caso, el dominico se manifiesta favorable a la Compañía de Jesús. 

El siguiente obispo en la lista sería Juan Bautista Cervera que estuvo durante el periodo 1772-1783. Este obispo fue antes de Canarias y pertenecía a los franciscanos descalzos. Era una persona interesada en la intelectualidad participando en la creación de sociedades como la de Amigos del País en Canarias. Amplía el Seminario de San Bartolomé de Cádiz y lo traslada al edificio de los jesuitas en 1777 con su famosa biblioteca.  Curioso es su acudida a Carlos III criticando las excesivas corridas de toros en la ciudad.

Tras Juan Bautista, llega José Escalzo, pamplonés, que estudia en el colegio de la Santa Cruz de Valladolid, y que será obispo de Cádiz de 1783 a 1790. Se preocupa también por Gibraltar y es durante su estancia como obispo cuando se divide a Cádiz en parroquias. Es el principal artífice de la creación de la Iglesia de San José que contó con sus armas episcopales hasta el siglo XX.

El último obispo de la centuria sería Antonio Martínez de la Plaza llegando hasta final de siglo. Granadino, era doctor en derecho, y como Juan Bautista fue antes obispo de Canarias que de Cádiz. Toma la diócesis en el comienzo de la caída de Cádiz y el inicio de las hostilidades con otros países. Ayudaría al hospital de la Santa Caridad y al de Mujeres, actuando también en Medina Sidonia y en la Casa Misericordia de San Fernando. La obra de referencia en su época será la Iglesia de San Juan Bautista en Chiclana. Moriría de fiebre amarilla en 1800.

Esto es sólo un esbozo de lo que Glicerio nos contó ilustrándonos con numerosas imágenes, y de lo que, para el lector interesado, puede encontrar en su libro, donde aparte del tema religioso se aborda de otra manera, y con otras fuentes, la historia de la ciudad de Cádiz. Enhorabuena compañero por tu ponencia. 

domingo, 9 de abril de 2017

TANO Y EL CRISTO DE MEDINACELI

Recuperamos en esta ocasión un texto que escribimos en su día para el anterior blog que teníamos, Cádiz más cerquita que la mar, y el que ante las copias y publicaciones sin nuestra autorización ni siquiera nuestra cita, decidimos eliminar, y que fue el texto más visitado. Creemos que estando en la semana de pasión gaditana en estos momentos, es la hora de recuperarlo.

Publicado el 5 de junio de 2011

En esta nueva entrega vamos a relatar o resumir una historia que se comentaba en Cádiz y que Bartolomé Llompart recogió en uno de sus magníficos artículos el 1 de abril de 1964 en Diario de Cádiz, hablando de un suceso anterior. Yo tuve la oportunidad de leerlo en la publicación "El Cádiz de Bartolomé Llompart, De ayer a hoy", y la verdad que me llamó poderosamente la atención, y por eso, aunque faltándome claramente la capacidad comunicadora y la dialéctica de ese genio del periodismo gaditano, os intentaré resumir de la mejor manera posible en unas líneas en el blog.

Nos cuenta Bartolomé Llompart la historia de "el Tano", un pobre de Cádiz sin un duro, pero un pedazo de pan incapaz de hacerle daño a nadie sin meterse en líos, siendo muy extraño lo que le sucedió en una noche de Viernes Santo Madrugada....

foto: Onda Cádiz Digital
Eran las dos de la madrugada en la plaza de la Catedral cuando la cruz de guía avanzaba hacia las puertas de la Seo Gaditana, mientras Jesús de Medinaceli repetía una estampa que se perdió, la de pasar bajo el Arco de la Rosa, una compleja operación que era superada por los cargadores con una meticulosidad abrumadora, siendo una de las más bellas estampas que nos dejó la Semana Santa de antaño. 

De pronto, entre el silencio, una voz sin el mayor sentido de la armonía y la musicalidad, con un cierto tono que recordaba a una payasada, se abrió paso entre el sonido de la nada. Sólo un borracho o un anticlerical era capaz de romper la magia de la madrugada con una saeta parodiada de la peor de las maneras. El saetero siguió cantando la saeta y se enfrentó con el público que le gritaba - ¡Fuera! ¡A la cárcel!- hasta que tuvo que intervenir la policía y ponerle las esposas para evitar su resistencia.

fuente: postal de Todolección.


Entre el tumulto empezaron los primeros rumores: - ¡Pero si es el Tano! ¿Cómo ha podido hacer esto con lo buena persona que es?... Lo habrá traicionado el vino...

Nadie se fijó, ni se percató que en el momento de cruzarse con Jesús de Medinaceli y atado con sus esposas el Tano alzó sus manos hacia el Señor para decirle: " Lo prometido es deuda. Padre Jesús, ya vamos iguales, presos y esposaos". Mientras la gente seguía reprochándole su actitud: " Cállate borracho, que estás delante del Señor"....

A la mañana siguiente en comisaría se hablaba aún de los hechos. La noche había sido tranquila excepto por el altercado protagonizado por ese "borracho" que decían en comisaría que había alborotado en su inconsciencia la plaza de la Catedral.

Pero nada más lejos de la realidad. Tano estaba fresco, y en el calabozo se mostraba con sus cinco sentidos. Estaba cumpliendo una promesa que hizo en agosto al Señor, cuando uno de sus hijos enfermó de gravedad, y el Tano en un alarde de fe se fue a Santa Cruz a pedirle a Jesús de Medinaceli que pusiera bueno a su hijo, que volviera a jugar por la playa, y le prometió que si lo curaba acabaría la noche lo mismo que él, preso y "amarrao". Por eso Tano la lió de esa forma aquella noche que aún se recordaba a mitad de siglo en la madrugada del Viernes Santo.

Sin saber ciertamente su veracidad, Bartolomé Llompart relató la historia de tal forma en su artículo que era imposible que no la recogiera en este blog. 



sábado, 8 de abril de 2017

UN BARRIO SOLIDARIO: SORTEO DE DOTES EN LA VIÑA


por Antonio de la Cruz Sastre. (Doctorando en Artes y Humanidades por la UCA)



Seguro que muchos hemos escuchado alguna vez aquello de “aquí si algún turista perdido pregunta, se le coge de la mano y se le lleva la sitio”. Desde tiempos inmemoriales, se alaba la hospitalidad de los habitantes de la ciudad de Cádiz para con los ciudadanos extranjeros, de hecho, las colonias de forasteros siempre han sido uno de los aspectos demográficos más interesantes y enriquecedores para la fisionomía e idiosincrasia de nuestra ciudad.

“Gades

(…) Franca hospitalidad al mundo ofrece,
dando asilo a las  patrias libertades:
Cádiz, en fin – la fama lo pregona-
merece entre las bellas, la corona.”[1]

Pero hoy, quisiera contaros la historia de la solidaridad de un barrio, de una cofradía, de sus gentes y de las necesidades que a ellas les afectaban y, de cómo hacerle frente un 19 de marzo de 1831.

Y, ahora que ya estamos inmersos en la Semana Santa y, sin pertenecer al mundo cofrade, siempre he destacado el valor de los fondos documentales que atesoran los archivos de las cofradías y hermandades gaditanas. En ellos se encuentran reflejados muchos aspectos y vivencias del día a día de un barrio e interesantes acciones con sus vecinos, capaces de aportar la información de los quehaceres diarios de una comunidad a lo largo de los años[2].



Fruto del valor excepcional de estos archivos, encontramos en el fondo documental del Archivo de la Archicofradía de la Palma una documentación referente a la solidaridad de un barrio, concretamente, localizamos un grupo de 19 papeletas y solicitudes para participar en un sorteo de dotes realizado el día de la festividad de San José en 1831.

Según esta documentación, existió un sorteo de dotes en el barrio de la Viña dirigido a las mujeres que, debido a la carestía económica de uno de los barrios más humildes de la ciudad, no podían hacer frente al aporte de la dote para el casamiento. Así pues, relatan los documentos, como para ayudar a sus vecinos, se colocarán carteles informativos por todo el barrio para que las mujeres puedan optar a dicho sorteo, cuyos requisitos eran:

-          Mujer
-          Estar bautizada
-          Ser pobre de solemnidad
-          Edad máxima de 30 años
-          Residir en el Barrio de la Viña

Pero, mejor nos lo cuenta “Antonia Merino”, una de las 19 participantes del sorteo viñero:


“Sres. Presidentes y demás oficiales de la Archicofradía de Nuestra Señora de La Palma.

Antonia Merino natural de Cádiz, de estado soltera de edad veinte y nueve años, bautizada en la Parroquia de San Lorenzo, hija de José Merino y de Carmen Hernández (Difunta) Habitante del Barrio de la Viña, calle de San Nicolás nº 225 a Ustedes. Expone que hallándose adornada de la circunstancia que se requiere para obtener unas de las dotes que se han de sortear en el próximo día de San José, suplica a ustedes se sirvan previos los informes oportunos incluirla en el sorteo cuya gracia ni duda obtener de ustedes mediante lo expuesto y la pobreza en que se halla la suplicante.

Cádiz 24 de Febrero de 1831


Firma Antonia Merino”




            Algunos de los datos más relevantes: las diversas residencias que aparecen en las papeletas del sorteo, son el reflejo principal de la humildad con la que se vivía en la primera mitad del XIX en el barrio de la viña. Según los datos, las calles son las siguientes:

-          San Leandro, actual Calle de la Palma: 7
-          Calle Jesús, María y José, actual Calle Paraguay: 2
-          Calle San Nicolás: 1
-          Calle de la Portería: 2
-          Calle Trinidad: 1
-          Calle de la Rata, actual Calle Paz: 1
-          Calle Consolación, actual Cristo de la Misericordia: 2
-          Calle San Félix: 1
-          Calle de la Caridad, actual Calle Bolivia: 1
-          Calle Ángel de la Viña, actual Calle Ángel: 1


Localización de las viviendas de las solicitantes



            Las edades oscilan entre los 9 a los 29 años y, los Bautismos se han realizado en tres parroquias diferentes:


Bautizos:




            Este tipo de sorteos no era algo desconocido, se sabe que filántropos como el comerciante sirio Juan Clat "Fragela" y su posterior fundación, ya los llevaban a cabo en la ciudad a finales del XVIII. Posteriormente, entidades como la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cádiz en 1886 o el Casino Gaditano, ya entrado el siglo XX, siguieron con la práctica.

            Pero, para finalizar y, para volver al presente, destacar las labores de los nuevos movimientos, asociaciones y comunidades que se aúnan para favorecer a los más necesitados, llámese Banco de Alimentos, Calor en la Noche, Amigas al Sur y un largo etcétera, del cuál podemos seguir haciendo gala de la humildad y la solidaridad que caracteriza a nuestro pueblo.




[1] Glorias de España: Colección de emblemas latinos con su versión parafrástica al castellano en que se califica á la primeras ciudades que fueron cortes de reino ó capitales de antiguas provincias, por los mas notables hechos históricos á ellas referentes, compuesta y dedicada á las mismas por Juan Saiz de Arroyal. 1861.

martes, 4 de abril de 2017

LA MANSIÓN DE PEDRO ALONSO O´CROWLEY; UN PRIMITIVO MUSEO EN EL CÁDIZ DEL XVIII.


Por todos es conocido que Cádiz en el siglo XVIII al ser cabecera del comercio con Indias, consiguió ser también una de las ciudades más ricas e ilustradas del mundo. La mayoría de los que hacían dinero con el comercio lo invertían en sus casas y negocios particulares. Pero, algunos, actuaron como filántropos y otros lo hicieron como auténticos coleccionistas de arte, aunando de las mejores que se podían ver en el reino de España. Son conocidos los nombres de Martínez de Pinillos y el que nos ocupa, Pedro Alonso O´Crowley como tales. 

Este hombre, nacido en Cádiz en 1740, era hijo de irlandeses afincados en la ciudad. Muy pronto empezó a ejercer como tratante comercial, y en 1765 realizó su primer viaje a América. Sus copiosos ingresos le llevaron a sumar una cuantiosa fortuna, que el citado señor deseó emplear en obras de arte. 

Pronto compró una casa en la calle Doblones 34 al Marqués de Casa Estrada y allí estableció su hogar principal que compartiría con su esposa María Dolores Power desde 1784, además de diferentes casas en la Isla de León. En esa casa, O´Crowley iría acumulando un material artístico riquísimo, a la vez que la iba dotando de una brillante decoración. 

Antonio Poz, en su Viage a España, de 1794, nos comenta una visita a la mansión en la que pudo observar el patrimonio acumulado por Pedro Alonso:

"Vi también con singular complacencia la casa de Don Pedro Alonso O- Cruley, y todas las singularidades de las bellas Artes, monedas, piedras grabadas, y otros monumentos de la docta antigüedad, que ha recogido. La colección de pintura asciende a un par de centenares de piezas; las más son originales y de buenos Autories, así Españoles como Extrangeros; las hay de Pablo Veronés, de Ribera, de Rubens, Van- Dick, Alonso Cano, Murillo, Ribalta, Castillo, Céspedes, Velázquez, Carreño, Zurbarán, el Piombo, Borgoñon; varias de Murillo, diferentes de la Escuela de Durero, Brughel y otros muchos, de Juan de Sevilla, de Pedro Atanasio, de SCastillo, de Martinez, etc, etc. Es mucho lo que hay, y algo de ello se estima de Ticiano y de Guido.

Piensa el Señor O-Cruley edificar una galería para colocar dichas obras con buen orden, y ya puede ser que lo haya executado. No se limita su buen gusto y afición a las pinturas; pues se extiende también a las Antigüedades de todas suertes, habiéndose aplicado particularmente al conocimiento de las monedas antiguas; ello es que el número de estas asciende a unos quantos millares, y que es muy copiosa la colección imperial, y aún más por su término, la de nuestras Colonias...." 

Y es por esa colección numismática por la que fue uno de los más conocidos del mundo, siendo socio de la Vascongada de Amigos del País, de la de Anticuarios de Escocia, de la Económica Matritense; y Académico de la Real de la Historia. 

Entre sus publicaciones, destacan también las de Numismática, con la traducción de "Diálogo sobre la utilidad de las medallas antiguas" y la descripción de su Museo Numismático. 

En una Carta a Antonio Ponz recogida por Pablo Antón Solé, O´Crowley menciona las obras de mayor interés ;

"Las que por más superiores piezas dme dijo vuestra merced le tuviese en la memoria fueron a saber:
- Un Cristo Grande de Alonso Cano
- El mi agro de San Grego en la Misa, pieza grande de Ribalta.
- Un San Juan en el desierto, de Anibal Carraci
- Una Magdalena de Murillo.
- Otra dicha de Jordán imitando al Guarnicho
- Dos cuadros chicos originales de P.P. Rubens
- Un borrón de Murillo, representa el cuadro que está en los capuchinos, de Sevilla, en que J.C. se desclava un brazo de la cruz y con el mismo abraza a San Francisco, etc.

Para poner en el mejor orden y colocación dichas pinturas, estoy fabricando una Galería de 14 varas de largo, 5 1/2 de ancho y 7 de alto;  no tendrá luces colaterales ni otra más que la que reciba por tres linternas en el techo de a siete cuartas de diámetro cada una con resguardo de cristales, etc.

Mi medallero en todas series pasa del número de 7000 monedas...."

También menciona Pablo Antón Solé las estatuas ídolos y relieves que poseía, ascendiendo a 558 piezas, destacando una cabeza de mármol de Apolo de Acinipo, una estatua de un gladiador de Carmona y un Hércules de Bronce de Sancti Petri.

Pedro Alonso O´Crowley falleció en diciembre de 1816 en su ciudad natal, rodeado de los suyos.

Fierro Cubiella, en un artículo en Diario de Cádiz el 2 de marzo de 2004, nos mencionaba la posibilidad de que la Galería fuese construida en el subterráneo de la casa.

La casa fue objeto de una restauración bastante buena por parte de la Junta de Andalucía hace poco tiempo, gracias a la insistencia del historiador Juan Ramón Ramírez y el buen trabajo de los restauradores. Así, hoy podemos entrever, aunque bastante de lejos, la mansión donde Pedro Alonso O´Crowley soñó con hacer un museo.

Fuentes:
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- Solé, Pablo Antón, "El anticuario gaditano Pedro Alonso O´Crouley" Archivo Hispalense, Revista Histórica, Literaria y Artística, tomo 44, nº136.
- Fierro Cubiella. JA. "La Casa de O´Crowley" en Diario de Cádiz, 2 de marzo de 2004.
- Ravina Martín, Manuel "Testamento de O´Crowley" en 23 testamentos del Cádiz de la Ilustración. 
Cádiz, Consejería de Cultura. AHPC.
- Joseph Ponz y Antonio Ponz, Viage a España. Madrid, 1794.