lunes, 29 de septiembre de 2025

LA VENTANA ABIERTA DEL PÓPULO, CÁDIZ SIN CÁDIZ.

 



En el barrio del Pópulo, entre calles estrechas y muros que guardan tres mil años de historia, hay una ventana abierta. No parece gran cosa: una hoja de madera descascarillada, sin cristal, que deja ver la oscuridad de una vivienda vacía. Pero ese hueco mínimo, casi invisible al paseante, se convierte en una metáfora inquietante. La ventana abierta es el ojo de una ciudad que mira, que aún respira, aunque dentro ya no viva nadie. Es la grieta por la que asoma el verdadero problema de Cádiz: el riesgo de quedarse sin gaditanos.

DESPOBLACIÓN, LA CIUDAD QUE SE MARCHA

Cádiz ha perdido, en apenas cuatro décadas, una parte sustancial de su población del casco histórico. Lo que en los años setenta bullía de vecinos, patios, tenderetes y voces, hoy es un escenario cada vez más vacío. La densidad humana que llenaba los balcones y las calles ha cedido su lugar al silencio de viviendas cerradas o convertidas en apartamentos turísticos. El Pópulo, corazón antiguo de la ciudad, condensa esa paradoja: fachadas restauradas y patios blanqueados, pero sin niños jugando ni vecinos sentados en la puerta. Cádiz, la ciudad que nació abierta al mar, corre el riesgo de cerrarse sobre sí misma, despojada de quienes la hicieron habitable.

LA CIUDAD ESCAPARATE

En lugar de vida, llega turismo. Cruceros que descargan multitudes durante unas horas, visitantes que recorren las calles como quien pasea por un decorado medieval, restaurantes que ocupan antiguos zaguanes. El turismo trae dinero, sí, pero también trae un espejismo: la ciudad convertida en postal. Cádiz se muestra como una ciudad escaparate. Se enseña la piedra, el arco, la muralla, pero se esconde la ausencia de vecinos. El viajero consume la ciudad como un producto cultural envasado, mientras la vida cotidiana se diluye. Lo que queda es una Cádiz para ver, pero no para vivir.

ESPECULACIÓN, LAS CASAS VACÍAS. 

Detrás de muchas ventanas como la del Pópulo no hay familias, sino propietarios que esperan. La especulación inmobiliaria convierte la vivienda en inversión dormida: se compra, se cierra, se aguarda a que suba el precio. O bien se transforma en alojamiento turístico de corta duración, mucho más rentable que un alquiler estable. El resultado es perverso: se rehabilitan muros y fachadas, pero se vacían las estancias. La ciudad se convierte en un cascarón brillante y hueco. El vecino de siempre, expulsado por los precios, se muda a extramuros. Y con él se marcha la memoria del barrio, la conversación en la calle, la vida de patio.

CÁDIZ SIN CÁDIZ. 

Lo que está en juego no es solo el futuro del Pópulo, sino el de toda la ciudad. Cádiz se enfrenta a la posibilidad de convertirse en “Cádiz sin Cádiz”: una ciudad que conserva su nombre y su belleza, pero que ha perdido su alma vecinal. La piedra se mantiene, pero la vida se extingue.

CIUDADES ESPEJO: CÁDIZ EN EUROPA. 

Lisboa: el barrio de Alfama pasó de ser un espacio popular y origen del fado a convertirse en postal turística. Los vecinos fueron desplazados por los precios y los apartamentos turísticos. El eco para Cádiz es evidente: ¿puede el Pópulo terminar convertido en un 'Alfama gaditano'?

Sevilla: el barrio de Santa Cruz fue rehabilitado como escaparate monumental. Hoy es visitado por miles de turistas cada día, pero con muy pocos residentes. Cádiz observa este ejemplo cercano con una mezcla de admiración y miedo.

Venecia: el caso extremo. La ciudad ha perdido más de dos tercios de su población en medio siglo. Hoy es paradigma de ciudad-museo: conserva cada piedra, pero ha perdido su pulso vital. El paralelismo con Cádiz se vislumbra en los cruceros que atracan junto a sus murallas.

Granada: el Albaicín, Patrimonio Mundial, enfrenta una contradicción similar: cuanto más se promociona, más difícil es vivir en él. Los vecinos denuncian la expulsión por los precios y la conversión del barrio en decorado turístico. Cádiz comparte esta paradoja.

CÁDIZ EN CIFRAS, LA CIUDAD QUE SE VACÍA.

Evolución demográfica: el casco histórico ha perdido más de un 30 % de sus habitantes desde los años 80. De unas 60.000 personas entonces, hoy rondan las 40.000. La población es cada vez más envejecida.

Vivienda: el precio del metro cuadrado en el centro ha subido más de un 40 % en la última década. Cerca del 15–20 % de las viviendas se destinan a uso turístico, en barrios como el Pópulo incluso más.

Turismo: el monocultivo económico. Cruceros, hostelería y eventos como Carnaval sostienen el centro, pero generan empleos precarios y reducen la diversidad económica.

Políticas urbanísticas: el Plan Especial de 1985 y los programas europeos URBAN recuperaron la estética del barrio, pero no garantizaron la permanencia de sus vecinos. Rehabilitación sin habitantes.

Comercio: entre 1990 y 2020 el casco antiguo perdió más de la mitad de sus tiendas de barrio. Fueron sustituidas por bares, restaurantes y negocios orientados al turismo.

El riesgo: la museificación. Cádiz puede conservar su piedra pero perder su alma, convertirse en ciudad museo donde el patrimonio material se salva y el patrimonio humano se extingue.

HERIDA ABIERTA

La ventana del Pópulo sigue abierta. La madera gastada, la pintura descascarillada, el hueco oscuro detrás. Todo en ella es signo mínimo, pero también advertencia. Dice lo que los números apenas insinúan: Cádiz se está vaciando. La pregunta final es inevitable: ¿qué queremos conservar de Cádiz? ¿El patrimonio material o el patrimonio humano? Si no, la ciudad se quedará con lo más triste de todas las comparaciones: será Cádiz sin Cádiz.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

NOTICIAS SOBRE EL BARRIO DE EXTRAMUROS EN 1875

En el periódico El Comercio, correspondiente al 23 de mayo de 1875 podemos observar una misiva de una serie de vecinos del barrio de Extramuros de Cádiz, en el que nos dejan ver algunos de los problemas que acontecían en la zona en dicha fecha y de esta manera, hacernos una idea de cuál era la situación en esa fecha tan temprana. Para no dejar margen a mi subjetividad, reproduciré aquí la carta para que cada cual pueda sacar sus propias conclusiones y el texto pueda ser usado por investigadores interesados.





"Barrio de Extramuros,

Sr. Directos de EL COMERCIO.

Muy señor nuestros: con gran satisfacción hemos visto que en los números correspondientes a los días 4 y 16 del presente mes del periódico que Vd. tan dignamente dirige, se ocupa algo del olvidado bario de Extramuros, pidiendo que el Municipio lleve a cabo algunas de las mejoras que reclaman su ya numeroso vecindario, y mal estado de sus calles y plazas. 
    El interés que su ilustrada publicación demuestra en ello, y el deseo de que por el Ayuntamiento sean conocidas las necesidades de este bario, que por precisión nosotros, como vecinos de él notamos mejor que nadie, nos mueve a tomar la pluma e indicarle algunas mejoras que en nuestro entender y sin grandes gastos podrían llevarse a cabo.
    Es estraño, señor director, que siendo el barrio de Extramuros el único desahogo de una población tan importante como Cádiz, los vecinos de esta prefieran pasar la primavera ó verano en el Puerto de Santa María, Puerto- Real y demás pueblos cercanos en vez de hacerlo en el barrio de San José, próximo a la ciudad, y en donde sin gastos podrían las familias acomodadas estar próximas a sus casas, así como evitarse en viages diarios de ida y vuelta que por precisión tienen que hacer las personas cuyos negocios les llaman a Cádiz durante el día, y cuyas familias residen fuera temporalmente. Y no se diga que en las poblaciones de que hacemos mención el clima y el campo son mejores que en Extramuros, pues con respecto al primero no hay diferencia, ya que los levantes, viento al más incómodo de los que reinan en esta provincia, lo mismo molesta aquí que en los demás pueblos de ella, y el campo comprendido entre los fuertes de Tierra y la Cortadura, podría indudablemente competir con el de aquellos puntos si se fomentase la construcción de casas de recreo y jardines de que estaría cubierto, si este terreno estuviese cercano a cualquier otra población que no fuese Cádiz. Ahí está Gibraltar, en donde q pesar de sus trabas militares, se aprovecha el hueco de una roca, y el del más pequeño sitio cubierto a levante, que allí si que es insoportable, para convertirlos inmediatamente en preciosos jardines, no obstante los gastos y cuidados que proporcionan. 
    Nosotros siempre nos hemos esplicado esta diferencia del vecindario de Extramuros, por el descuido con que todos los Ayuntamientos han mirado el ornato y la higiene de esta parte de la población.
    Callejones formados por vallados a medio caer, caminos cubiertos de un metro de arena, basura e inmundicias por doquier, alumbrado exiguo o malo, hé aquí las comodidades de que disfrutaba este barrio ahora cuatro o cinco años. Como complemento, el paseo que conduce desde la ciudad hasta San José sin un solo asiento cerca  de un kilómetro de longitud y abandonados los árboles a las injurias de los chicos y del sol abrasador de nuestros veranos tropicales. El trayecto en carruage, en fin, haciéndolo hasta hace poco por un camino, que más que el nombre de tal, debería de merecer el de suplicio de personas y animales, por el sin número de baches y desperfectos, y todo esto señor director, a las puertas de Cádiz, ciudad considerada en España y el estrangero por una de las que más cuidan de su belleza y ornato, y aunque nosotros no lo neguemos, como buenos hijos de ella, se nos figura que tratándose de este barrio le pasa a nuestra bella ciudad lo que a los gitanos cuando van de fiesta, que se adornan con bestidos nuevos, gran pañolon de espumilla, y bellas flores en sus negros cabellos, sin perjuicio de llevar en los piés, por no perder la costumbre, maltratadas y rotas chanclas; y perdósenos el simil en gracia de la exactitud.
    Los vecinos del barrio y algunos de Cádiz que han comprendido por fin la comodidad que les brinda Extramuros para pasar una temporada sin necesidad de abandonar sus casas y negocios, han conseguido mejorar, la mayor parte de las veces a su costa, el ornato de este barrio, influyendo cuanto les ha sido posible con todos los Ayuntamientos para que por su parte contribuyesen a tan laudable transformación; pero esto último, cuando se ha obtenido, ha sido siempre después de mil idas y venidas, gestiones inútiles hasta por años enteros, y en el último resultado dejando á medias la obra emprendida, como ocurrió con la reforma y mejoramiento del paseo, cuya terminación se haría con pocos gastos si se aprovecharan los ya efectuados.
    Algo difusos creemos haber sido al esplicar las causas del olvido que tienen al barrio de Extramuros los vecinos de Cádiz, pero era preciso presentar las cosas tales cuales son, y pasar después a enumerar las mejoras de que en nuestro pobre entender es susceptible esta parte de nuestra hermosa ciudad.
    La terminación del paseo que conduce a S. José es una de las obras más necesarias para establecer un medio cómodo de comunicación de dicho barrio con Cádiz, al par que un sitio de recreo, si como debe hacerse se colocan asientos de trecho en trecho, y se siembran y cuidan los arboles de que debiera estar adornado, permitiendo luego por su centro la circulación de carruajes, á escepcion de los de carga que deberían seguir pasando por la carretera. 
    La plaza de la Iglesia como sitio céntrico, bien merecía que se adoquinase como VD, oportunamente ha indicado en su periódico, así como fijar frente á la misma iglesia el punto en que debiera establecerse una de las fuentes vecinales con que se ha de dotar al barrio, en vez del lugar señalado, que se nos ha dicho ser á la espalda del indicado edificio. Esta última mejora de que disfrutan ya hasta los barrios más estremos de Cádiz, aun la esperamos en este, lo que corrobora el olvido inmerecido en que se le tiene, y si esto pasa tratándose de una cosa tan necesaria para la vida é higiene pública ¿qué no ocurrirá con aquellas otras que solo son cuestión de ornato y comodidad de los vecinos?
    La calle de la Figurina, la mejor por el buen aspecto de sus edificios, tiene empedradas o embaldosadas sus aceras, gracias á los dueños o inquilinos, á cuya costa se ha hecho esta mejora, sin que despues de cuatro años de incesantes gestiones cerca de los Ayuntamientos que desde aquella época se han sucedido, hay podido obtenerse el arreglo y composición de su parte central, que continua en el peor estado, apesar de la buena voluntad del Alcalde de barrio, que con exiguos medios ha conseguido hacer desaparecer parte de las arenas acumuladas, y reparar algunos pequeños trozos, con materiales de corta duracion y poco apropósito, únicos de los que les hes dado echar mano.
    El alumbrado, sin saber nosotros porqué, se ha disminuido hasta convertir el que ha quedado en ridícula parodia de lo que fué y lo mas notable del caso es, que esta reforma ha venido oportunamente en la época del año en que mas concurrido está el barrio, y mayor es el número de personas que transitan por el paseo para ir y venir á Cádiz, paseo, que al suprimirle la mayor parte de sus luces han quedado las restantes á causa de su colocación anterior con la misma deliciosa simetría y buen aspecto que olivar de capellanía. 
    Algo hemos dicho con lo que se refiere á las necesidades mas perentorias de Extramuros y respecto al modo de dar animación y atractivo á esta parte de Cádiz, indicamos á Vd. un pensamiento por si cree que debe patrocinarlo (...)"

La carta continúa con un petición para la celebración de una fiesta en el barrio y se culmina al día siguiente hasta la despedida. 

Espero que sea útil e interesante para los lectores. 


















lunes, 31 de octubre de 2022

BREVE HISTORIA DEL ANTIGUO HOTEL ROMA DE CÁDIZ

 Uno debe ser partícipe de la historia de su ciudad y conocer, aunque sea someramente, la historia de las piedras que la componen. Por eso, en esta ocasión, nos acercamos a la historia de uno de los edificios de que forman parte hoy de la Diputación Provincial, de nombre edificio Roma, pero conocido por los gaditanos por ser la sede del antiguo Hotel Roma.



Sabemos que a principios del siglo XIX, la casa perteneció al patronato denominado "Diego Pérez de Garayo", según nos informa Mariano de Retegui el 20 de febrero de 1983 en las páginas de Diario de Cádiz.  En esta casa estuvieron vinculadas familias vascas de Victoria, entre ellas los López de Verasturi. 


Más tarde la casa pasó a manos del senador Manuel Ruiz Tapie y Paul, un comerciante gaditano que la mantendría hasta 1846 cuando la vende a los señores Lasante e hijo para que lo utilizaran como negocios bancarios.  Bajo su mando, la casa efectuó las reformas neoclásicas, como muchas fincas de Cádiz, en tiempos del alcalde Valverde, de la mano de José Armario, que las realiza en 1862, adquiriendo, en líneas generales, su aspecto actual, donde destacan la fachada, el patio principal de mármol y la suntuosa escalera.  Curioso dato es que esta familia Lasante tenía su domicilio en San Agustín nº2, edificio del que intentaremos hablar en una próxima entrega. 


Como banco funcionó la casa durante todo lo que restó del siglo XIX con diferentes nombres dentro de la misma familia, "Juan de Dios de Lasanta e hijo", "Hijos y nietos de Juan José de Lasanta" y por último "Nieto de don Juan de Lasanta y Cia". 

Ya en el siglo XX, concretamente, en enero de 1913, la finca se arrienda a Luis Ravizza y Bellosta, quien inicia el negocio hotelero como Hotel Victoria. Tras ventas parciales, en 1931 la adquiere el contratista de obras José Repeto y Lloret y la finca pasa por momentos difíciles durante la guerra, siendo adjudicada en 1945 por débitos con la hacienda y saliendo a subasta pública, de donde la adquiere Manuel Guiral por 425.000 pesetas, naciendo ahora el Hotel Roma que nuestros mayores han conocido.  Tras muchos años, en los ochenta el edificio pasó a un estado de abandono hasta que fue rehabilitado para oficinas públicas por la Diputación de Cádiz.



Entre sus paredes se recuerda en la ciudad el rodaje de la película Cuba donde participó Sean Connery (mostramos una foto extraida del blog de Luis García Gil), y en su patio se encuentra un brocal de pozo de mármol que nos recuerda a nuestra historia, ya que perteneció al extinto Convento de Capuchinos de Cádiz. También destaca su preciosa montera, una de las más singulares de la ciudad. 


jueves, 18 de agosto de 2022

LA CASA DE BENITO CUESTA (SAGASTA, 1)

Ahora que la cadena de hoteles HOTUSA , tiene muy avanzados los trabajos para que esta finca se convierta en un hotel de lujo, creo que ha llegado el momento de que os hable un poco sobre la misma, con datos objetivos y con la experiencia propia de haberla visitado en una ocasión. 


La finca a la que nos referimos es, quizás, el mayor ejemplo de arte urbano de lo que llamamos arte isabelino, aunque su estética actual corresponde a una reforma realizada en el siglo XIX (evidentemente, cuando este estilo artístico se pone de moda) y sin embargo, su origen, es algo anterior. 


En sus escrituras, en los albores del XVIII, aparece que Francisco Suárez Doblado y María Enríquez eran los dueños de "un sitio y solar, frente a las viñas de San Francisco". En esos terrenos y otro más aportado, Pedro Sánchez de Pira labró dos casas que salieron a subasta y fueron adquiridas por Juan Antonio Trechuelo y de la Yedra, el 13 de julio de 1738, ante el escribano José Bahamonde.  Con estas casas Juan Antonio Trechuelo y su esposa, Paula Badillo, fundaron un mayorazgo a favor de sus sucesores y uno de ellos, José Celestino Trechuelo, recibía el título de Marques de Villabelvestre el 1 de marzo de 1782. Las casas a las que nos referimos fueron derribadas y se construyó la nueva, valorada en 60.000 pesos. Es sobre esta casa de nueva labranza, donde en la época del asedio napoleónico, se sitúa la embajada británica, que tanto ayudó a la defensa de Cádiz asegurando abastecimientos con la presencia en ella de Henry Wellesley, el hermano del duque de Wellington. 

En la partición del mayorazgo, el 25 de septiembre de 1841, la casa se valoró en 2.042.174 reales de vellón, en un peritaje realizado por Juan Daura, efectuándose al misma entre Cayetano Trechuelo Gómez, Marqués de Villabelvestre y su hijo Cayetano Trechuelo y Ostman.

Es el 13 de octubre de 1851 cuando Benito Cuesta y Blázquez adquiere la casa para hacer de ella su morada, llevando la casa el número 100 de la llamada calle de la Amargura hasta que, el 20 de agosto de 1855 Adolfo de Castro la dispuso como número 1 de la calle Sagasta. 



Es ahora cuando la familia realiza la reforma integra de la casa que la lleva a tener el aspecto exterior que vemos hoy día, convirtiéndose en una de las casas palaciegas con más solera de la ciudad de Cádiz. 

Allí vivieron varias generaciones de los Cuesta, adquiriendo numerosas antigüedades y siendo una de las casas más visitadas por la clase alta gaditana. Se reforma la fachada, la portada, la escalera central y se hacen adornos de escayola que aún son visibles. 

La casa sigue viva hasta los años 90, pasando por momentos de esplendor como en los años 70, cuando se proyecta hacer de ella un Museo del Romanticismo, para lo que se reformó la torre mirador y se adquirieron trajes de época, además de una colección de baúles de las Antillas. Una de las principales joyas que tenía la casa era un centro de patio de forja con dragones. 

Ya desde los 90, la última generación de los Cuesta parece perder interés por su inmueble y va siendo objeto del saqueo de anticuarios que poco a poco desvalijan la casa, que queda en estado de abandono durante treinta años. En la última década Solvia adquiere la finca dispuesta a venderla para que se hicieran apartamentos, obra que se comienza pero que se deshecha. Luego la vuelve a poner en venta, y es el momento, en el que este que habla, tiene la oportunidad de visitarla. 

Había visto alguna foto de la misma, donde aún se guardaba ese centro de forja con dragones, pero cuando Solvia nos mostró la casa, ya habían desaparecido. Aún así, la casa guardaba todavía mucha historia. Las habitaciones estaban forradas con papel que por detrás tenía periódicos de La Palma, fechando la reforma a mediados del siglo XIX. La escalera mantenía el mármol y las escayolas y en algunas habitaciones ya había sido levantada la loza de tarifa (suponemos que para venderla al mejor postor). Se conservaba mobiliario, una cama de forja muy estropeada, medicinas de la época y algo de documentación importante de la familia. En la torre mirador, casi en ruinas, se conservaba parte de ese proyecto de Museo del Romanticismo, con la salvedad de que se había construido un ascensor que estropeaba la vista de la misma, ahora sin funcionamiento. En esa torre se conservaban varios baúles de los mencionados anteriormente y bastante ropa. 

foto de origen desconocido mostrando el centro de patio desaparecido. 


Actualmente, como hemos mencionado, la casa está en proceso de convertirse en un hotel de lujo, que esperemos que cumpla con todos los requisitos patrimoniales al efecto y que mantenga parte de la historia de la misma. 







domingo, 21 de noviembre de 2021

LA GADITANA QUE QUISO SER CAMPOAMOR.


En estos días todos celebramos el aniversario del acceso al voto de la mujer, algo conseguido por algunas mujeres como Clara Campoamor, que con su Unión Republicana Femenina y sus intervenciones en el Congreso de los Diputados, dieron un paso importante para la igualdad que se llevó a la práctica por primera vez el 19 de noviembre de 1933, ante la oposición de muchos sectores que pensaban que la mujer no estaba preparada para las urnas, que votarían los que les dijera el marido o el sacerdote, en esa "minoría de edad" supuesta. Como sabéis, algunos culparon de la victoria de la CEDA a la introducción del voto femenino, estando hoy demostrado que fue la abstención anarquista y la desunión de las izquierdas lo que llevó a las derechas a alzarse con la victoria electoral.

Con todo, en esas fechas, en Cádiz, una joven escritora decidía emular a su amiga Campoamor y fundaba la Unión Republicana Femenina desde el PRA. Yosi Campos, auspiciada por republicanos como Emilio de Sola, decidía dar el paso al frente y fundar el partido femenino, a la par que organizaba actividades para la mujer. Cierto es que, algunas de las actividades que se estimulaban entraban dentro de los "corsés" femeninos de la época, tales como talleres de costura y similares. 

Yosi Campos fue la encargada también de traer a Clara Campoamor a la ciudad donde departió con las gaditanas y explicó sus ideas sobre la "liberación" de la mujer. Para las elecciones de 1933, Yosi Campos decidía presentarse con su partido, y así lo recoge la prensa de la época. Lo que no sabemos, ni hemos conseguido averiguar aún, es por qué finalmente no se llevó a cabo la candidatura. 

Sea como fuere, tras la República, Yosi Campos siguió siendo una escritora gaditana y escribiendo novelas románticas, aunque ahora bajo una dictadura, reducían el rol de la mujer al acompañante del varón.

Su figura sigue siendo muy desconocida y, quizás, debiera ser estudiada en profundidad por los que se dedican a la investigación del movimiento feminista y sus orígenes en Cádiz. 





martes, 24 de marzo de 2020

Notas sobre la Capilla de Loreto u Orden Tercera de San Francisco.

En estos días de aislamiento, sin acceso directo a bibliotecas o fuentes, sólo contando con las que poseemos físicamente en casa y a las que hemos podido acceder por internet, no nos atrevemos a realizar un estudio exhaustivo de lo que fue la Capilla de la Venerable Orden Tercera de los Franciscanos de Cádiz o de la Virgen de Loreto. Por ello, apuntaremos sólo unas notas para acercarnos al conocimiento de la misma de lo que hemos podido encontrar en las fuentes de las que disponemos. 

La Capilla de Loreto formaba parte del convento de San Francisco ocupando lo que hoy sería el Hotel de Francia y Paris y parte de la actual plaza, que tras el derribo de la misma, llevaría el nombre de Plaza de Loreto. 

Va a recibir este nombre de la advocación que se veneraba en la misma, una pequeña virgen que se encontraba en el altar mayor de la misma y que se diferencia de la advocación del convento en general, que era la de la Virgen de los Remedios.

Aunque no sabemos sus dimensiones exactas, las representaciones de la misma en la maqueta y en el cuadro de la familia Aramburu que se conserva en el Museo Municipal nos hacen pensar que no era tan pequeña como imaginábamos. 

CONVENTO DE SAN FRANCISCO.  VISTA DE CÁDIZ
MUSEO MUNICIPAL. SIGLO XVII. 
La donación del solar para la construcción de la Capilla se produjo el 7 de mayo de 1589. La creación de la Cofradía de la Virgen de Loreto llevará acento italiano, siendo comerciantes genoveses, en su mayoría, los que la formaban. 

Poco he podido encontrar sobre su decoración interior, sólo lo que mencionan los viajeros y acadamecistas que visitaron la ciudad a comienzos del siglo XIX y que hablan de la capilla como "churrigueresca" con carácter despectivo al igual que de la Iglesia de San Francisco, por lo que la misma debió obedecer en el siglo XVII a una decoración barroca recargada, tan denostada por los amantes del neoclacisismo. Si tenemos el proyecto de una reja y un retablo de caoba de la Capilla, que se encuentra en el Archivo Histórico Provincial y que confirma ese estilo arquitectónico, proyecto de 1620, que se encuadra en el "boom" barroco de la ciudad gaditana.

PROYECTO DE REJA Y RETABLO. 1620.
De la imaginería interior, tenemos también pocas noticias, o hemos encontrado poco, sabemos que existía una Virgen de Loreto, que muchos identifican con la que se encuentra en el coro de la Iglesia de San Francisco en estos momentos y que pudo ser visitada en la exposición sobre el convento que se realizó hace unos años. También se documenta la presencia de una Virgen de los Dolores, que algunos identifican con la que se encuentra actualmente en la Parroquia de San Antonio de la Ciudad. siguiendo la representación de grabados de la época, como nos dice Luis Manuel Real Guerrero.

Entre las curiosidades que ocurren en la Capilla, tenemos la expulsión de los cofrades italianos, acusados de contrabando, ya que parece ser que utilizaban los bajos de los bancos para guardar la mercancía que obtenían con el comercio. 
Virgen de Loreto. Foto: Ramón
Fernández Ruiz
Representación de la Virgen
de los Dolores
Virgen que se venera en San
Antonio

Lo que sí conocemos son los procesos seguidos para su derribo, primero con el intento de municipalización del Convento por el Ayuntamiento, las protestas de la propia orden que, al ser secular y tener el templo abierto al culto creía que se incumplía la ley. Los informes sobre el deterioro de la misma, utilizados para intentar justificar su destrucción, y por último la reclamación de indemnizaciones tras ser derribada en 1873-74, en pleno sexenio democrático, y que aparecen en las actas capitulares del Ayuntamiento de Cádiz.


Bibliografía;

- Ruiz Nieto- Guerrero, María Pilar y Jiménez Mata, Jose Manuel. Historia Urbana de Cádiz. II Permanencia y transformación a partir de 1800. Lampreabe, Madrid, 2019.
- Actas Capitulares Archivo Histórico Municipal de Cádiz.
- Orozco Guerrero, Antonio. Cádiz durante el sexenio democrático. El Conflicto Iglesia- Secularización. Tesis doctoral UNED. consultado en http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/tesisuned:GeoHis-Aorozco/Documento.pdf

lunes, 2 de marzo de 2020

Fenómenos paranormales en Arcos en 1936. ¿Un duende?


Con el título de ¿un duende? hemos encontrado una noticia en el periódico Diario de Cádiz del 26 de junio de 1936 en su edición de tarde. Como creemos que la noticia habla por sí sola, creemos que podemos rescatarla en este nuestro blog para compartirla con nuestros lectores.


Arcos de la Frontera. ¿un duende?

Sin duda que los duendes cansados de la vida urbana han decidido, ante la proximidad del verano, pasar una temporada en el campo, y sin duda por esto, han venido a establecerse en la finca "las Encinillas" de este termino. 

Hace unos días el tema de las conversaciones de todos los desocupados gira alrededor de ciertos fenómenos inexplicables, al decir de algunos, que en estos días y a pesar de estar distante del pueblo unos seis kilómetros, son muchos los curiosos que se han trasladado a aquel lugar en busca de esas emociones ultraterrenas y muchos también los que sugestionados por el mido, o por el placer de continuar la "fiesta" , han venido afirmando lo que en un principio había quedado reducido al círculo estrecho de la vida familiar.

A título de curioso nos hemos desplazados al citado pago, y a pesar de permanecer en él durante algunas horas, no hemos podido ver ninguna de las faenitas del duende, el fantasma, los espíritus o "el miedo" como en ésta le llaman. Sin duda, que este ser sobrenatural pensó, vista la nimosidad del grupo de muchachos que nos acompañaban, que no les saldría muy bien la cuenta hacer una de sus "curiosidades".

Pero aunque no vimos el fantasma, escuchamos a varios campesinos, que aseguraban haber visto salir piedras de donde no había nadie, moverse platos, abrirse puertas bien cerradas, etcétera. 

Lo cierto es que la familia que habitaba la finca la ha abandonado, con las naturales molestias y perjuicios. ¿Se proponía esto el duende?.

Es lamentable que en este siglo hayan gentes que exploten la ignorancia de otros. Llamamos la atención a las autoridades competentes para que estas cosas no ocurran ya que la fantasía pasa pero la realidad queda , como en el caso citado, patentada en un hogar deshecho. 

El corresponsal.