viernes, 24 de agosto de 2018

UN NUEVO RELATO DEL 18 DE JULIO DE 1936 EN CÁDIZ.

En nuestra labor como historiador vamos encontrando documentación en los lugares más insospechados que nos acercan al conocimiento histórico. Hace unos días llegó a mi poder el relato histórico de un activo del Golpe de Estado de julio del 36, que tuvo bastante importancia en la capital gaditana. Con claros tintes partidistas escribe lo sucedido el 18 de julio. No sé si realmente aporta algo nuevo a lo ya escrito y estudiado, pero os dejo una transcripción del documento encontrado para que los historiadores hagan el uso que crean conveniente de él para su relato, pues es parte de nuestra profesión, el hacer públicas las fuentes cuando las tenemos.

Se trata de unos escritos de Eduardo Aranda Asquerino, concretamente, la persona que sacó a Varela del Castillo de Santa Catalina el día de actos, familia de los Carranza, y que titula su resumen como "Ligeros Apuntes de la Iniciación en Cádiz del Glorioso Movimiento Salvador de España".
General Varela

"El día 17 del més de Julio 1936, a las últimas horas de la tarde, la población de Cádiz pudo ver como el invicto, heróico y dos veces laureado General Varela, gaditano, había sido preso en el Castillo de Santa Catalina por orden de Madrid.

El sábado 18 de Julio hacia el mediodía, el General López Pinto, Gobernador Militar de la Plaza, ordenó la libertad del General Varela, y éste después de un cambio de impresiones con el Coronel de Artillería, marchó al Cuartel de Infantería de donde una vez arengadas las fuerzas, salió al frente una Compañía, situándose en la Plaza de España, en cuyo lugar se encontraba ya una batería de Artillería que, por orden del General López Pinto, Gobernador Militar, declaraba el Estado de Guerra y haciéndose en aquel instante cargo del mando de ambas unidades, intimó la rendición del Gobierno Civil. Esto ocurrió sobre las cuatro de la tarde y a continuación se distribuyeron las fuerzas tomando las bocacalles y dejando completamente cercado el edificio del Gobierno.

Aproximadamente a las trés de la tarde, se cursaron por los dirigentes de la Casa del Pueblo avisos a todos los afiliados para que se congregaran en aquella ante peligro inminente, corriéndose entre ellos la voz de "estamos perdidos", y arengándose desde la estación de Radio- Cádiz, de la que previamente se hicieron dueños un grupo de extremistas, a la masa proletaria, excitándola a que se echase a la calle, prendieran fuego y cometieran toda clase de desafueros.

Aún cuando se contaba con número aproximado de 5.000 afiliados, es lo cierto que solo concurrieron un millar aproximadamente, y de estos se destacaron algunos hacia el Gobierno Civil, otros fueron al Ayuntamiento, y el resto se esparció por distintos puntos de la población, no sin dejar una fuerte guardia en la Casa del Pueblo, en la que existía un depósito de armas y municiones muy importantes, pués también se dedicaban a la fabricación de bombas de mano, desde hacía algún tiempo, como pudo comprobarse.

De entre los reunidos en la Casa del Pueblo surgió la idea de asaltar una armería establecida en la entonces calle General Riego, pero el asalto fué rechazado valientemente por el dueño y uno de sus hijos, que enfrentados con los asaltantes dejaron muy mal herido a uno de ellos, que a los pocos momentos falleció en un zaguán de una casa próxima a la armería, otro resultó también herido y pudo escapar y el resto huyeron a la desbandada.

No hay que consignar que desde las cuatro aproximadamente, y también por orden de los dirigentes se fué cerrando el comercio, quedando las calles desiertas, oyéndose algún que otro disparo en distintos sitios de la población, con el doble fin de que los afiliados acudieran a sumarse a los de la Casa del Pueblo, y sembrar el desorden en la población.

A última hora de la tarde se circuló la orden por el ayuntamiento de que se cortara el suministro de luz  y agua, (estos servicios están municipalizados y la orden no se cumplió), con el fin, según las instrucciones recibidas, de que cortado el suministro de agua y luz durante toda la noche, pudiera ser destruído por el fuego el barrio más importante de la Capital, comenzando los incendios por la Calle Eduardo Dato, una de las vías principales de la Ciudad.

La noticia del incendio llegó a conocimiento del General encargado del cerco del Gobierno Civil, quien dispuso no se moviera fuerza alguna del lugar que le habían asignado, pasase lo que pasase, y ordenó a un Oficial de Artillería que con dos pelotones de Artilleros, ocho números de la Guardia Civil y catorce o diez y seis paisanos afiliados a Falange Española y Requeté, que desde los primeros momentos se habían presentado al General, marchase al lugar de los incendios con la orden de reprimirlos y castigar a los incendiarios.

Tan pronto llegaron a la calle Eduardo Dato y rompieron el fuego contra ellos estos huyeron en todas las direcciones dejando algunos cadáveres, pero sin que por desgracia pudiera evitarse la destrucción de los edificios incendiados, no solo en esta calle, sino en otros sitios de la Ciudad, pués siendo en su mayoría almacenes de tejidos ardieron con gran celeridad, tomando rápidamente incremento extraordinario no pudiendo más tarde ser dominado por el servicio de Incendios que apesar de órdenes circuladas por el ayuntamiento acudió al requerírsele y el que se tuvo que limitar a cortar el fuego evitando la propagación a los edificios inmediatos.

A las primeras horas de la noche un Jefe de Artillería con trés Oficiales de la misma Arma y cuatro soldados, por orden del General López Pinto, se hicieron cargo de la Central Telefónica, quedando desde aquel instante intervenido el servicio.

No cesó en toda la noche el tiroteo de la tropa al edificio del Gobierno, por dos de sus fachadas, en donde se hallaban emboscados los marxistas con el Gobernador, y otras personas autorizadas que resistían la intimación, resultando una víctima de la tropa, el corneta de órdenes del General Varela, que falleció al lado del General de un tiro certero, estando éste dando sus disposiciones, en el centro de la plaza. Las balas respetaron al General y a los suyos, que estaban a la descubierta, pero hubo que lamentar esta baja tan sin resultado práctico para los resistentes, siendo también heridos un Teniente de Infantería y dos soldados de Artillería.

La noche transcurrió en este plan, y los soldados habían de ser contenidos por el General, porque ansiaban tomar por asalto el edificio del Gobierno.

En cuanto al Ayuntamiento, se emplazó por las fuerzas una ametralladora frente a la Casa Capitular, y también durante toda la noche no cesó el tiroteo en ambas partes, ya que en el Ayhuntamiento había sido desarmada la Guardia Municipal y encerrados sus componentes, repartiéndose pistolas entre los afiliados que estaban encerrados en el Consistorio.

Otro de los sitios donde el tiroteo se mantuvo durante toda la noche fué en el edificio de Correos y Telégrafos.

Al amanecer del Domingo 19 entró en el puerto el barco de guerra "CHURRUCA", conduciendo las primeras tropas marroquíes, que desembarcaron inmediatamente del atraque del mismo. (Al hacerse de nuevo a la mar, se sublevó este barco).

Advertidos todos los que se encontraban en el Gobierno Civil de la presencia del "CHURRUCA" al doblar la punta de San Felipe, entrada en la bahía, rindiéndose sin condiciones, y fueron inmediatamente detenidos. En el ayuntamiento ocurrió lo propio, y esparcidas por la Ciudad las tropas moras en menos tiempo que se cuenta en relatario, la Capital entera quedó definitivamente en poder del Ejército y salvada para la causa nacional.

El amanecer de Cádiz el día 19 fué el alborear de España entera, porque sin la llegada tan apunto de aquellas tropas que envió el Generalísimo Franco desde Marruecos, Cádiz, al reaccionar los rojos, y observar la poca importancia numérica de los soldados, pués no pasaban de 600 hombres la totalidad de efectivos entre todas las Armas, hubiera quedado en trance de difícil solución, del que si bien no cabe duda que hubiera salido adelante toda la fé, entusiasmo y confianza que la guarnición tenía en sus dos Generales hubiera ocasionado un retraso quizás de consecuencias insospechadas en la llegada a la metrópoli sevillana de las primeras tropas de allende al Estrecho.

 Eduardo Aranda Asquerino.

viernes, 1 de junio de 2018

ESCUDOS Y HONORES DE CÁDIZ.

Intentaremos con este post dejar clara algunas notas sobre los escudos de la ciudad y de la diócesis de Cádiz y también sobre los honores que le son otorgados a la misma.

En primer lugar, el escudo de la ciudad representa a Hércules cubierto por una piel de león, separando con sus manos a dos leones y con una maza en los pies encuadrado en la leyenda HERCULES FUDATOR GADIUM DOMINATORQUE (Hércules fundador y patrono). Se cree que fue en tiempos de Carlos I cuando aparecen las columnas que ya documenta Gerónimo de la Concepción en 1690 y la cartela de NOM PLUS ULTRA. 

El origen del escudo es enigmático y hay diversas teorías que apuntan a diferentes reinados para su ejecución, siendo la más aceptada que fuese asignado por Alfonso X cuando la conquista de la ciudad. Para ello se basan en que la ciudad cada vez que se nombraba iba acompañada de la leyenda de Hércules incluso en Bulas Papales, como la del Papa Urbano IV. 

Sin embargo, la referencia más antigua del escudo la encontramos en Sellos Concejiles de España en la Edad Media en el siglo XV. La segunda más antigua es el grabado de Hoefnagel.

En cuanto a los honores de la ciudad, se supone que ya los Reyes Católicos le dieron el título de
Noble, al aparecer la ciudad acompañada de este adjetivo en documentación de 1512 que se encuentra en la Santa Caridad.

Sin embargo los títulos de Muy Noble y Muy Leal se les dan a Cádiz en 1521 al formar Cádiz parte de la liga confederada contra los comuneros, siendo los títulos otorgados por Carlos I.

El título de Muy Heroica será concedido por Fernando VII en 1816 tras el Primer Sitio de Cádiz y la Guerra de la Independencia en reconocimiento por los servicios prestados a la nación. 

El escudo catedralicio aparece comentado ya en textos de los siglos XVI y XVII. 

Fuente: Fierro Cubiella, Juan Antonio. Historia de Cádiz, Cádiz, 1993. 

jueves, 19 de abril de 2018

EL CONVENTO DE LA MERCED.

Dentro de nuestro repaso por los diferentes conventos extinguidos de la ciudad, nos faltaba hablar de uno que se encuentra en el corazón de barrio de Santa María, nos referimos al convento de la Merced, del cual todavía conservamos su iglesia a pesar de las vicisitudes que la historia le hizo sufrir.

convento de la Merced en la maqueta de Cádiz.
La orden mercedaria se instaló primero en la primitiva Ermita de San Roque a fines del siglo XVI. Al ser necesario el derribo de esta ermita para construir la puerta de tierra, la orden tuvo que emigrar y buscar otra sede. No fue nada fácil puesto que existía un sentimiento contrario en la ciudad a la nueva creación de conventos. Fueron Fernando de la Cerda y Constanza Dávila los que consiguieron que Fray Domingo de los Santos pasara a la ciudad los trámites fundacionales con el permiso de los Duques de Medina Sidonia. Álvaro de Gramaja, caballero del hábito de Cristo en Portugal, cedió unas casas y terrenos en el barrio de Santa María donde el 10 de marzo de 1629 se fundaría el convento y la Iglesia, terminando las obras en 1638.

Los estudios más recientes sobre el Gades romano ubican en este entorno el foro de la ciudad, aunque la existencia de un gran pozo que abasteció entre otros, a la fuente de Hércules que se colocó en la plaza del Ayuntamiento nos hace extrañarnos de esa ubicación.

Del convento poco podemos decir en cuanto a estructura y forma, pues poco se refleja en los escritos consultados que hablan más del templo eclesiástico del que se nos dice que siendo de una sola nave destacaba el retablo mayor construido por Blas de Escobar, y según Fray Gerónimo de la Concepción estaba demasiado ahogado, por lo que la arquitectura llenaría el templo. Existían dos tablas de la Virgen atribuidas a José Valdés. También destacaban doce bultos- relicarios de los apóstoles atribuidos a José de Arce. Destacan en las guías de Cádiz también las pinturas de San Serapio y de la bóveda de la Sacristía.

Hablan de la existencia contigua de la capilla de la Esclavitud a la que no hacen mención en lo artístico.

plaza de la Merced, en la actualidad.
Con la orden de exclaustración del convento de Mendizábal en 1835, éste quedó abandonado y en 1845 Diego F.Gregory solicitó el solar para montar la fábrica de Gas Zacheroni y Copañía, hasta 1867 cuando el reciento quedó libre y convertido en jardines.

Serían las llamas en el ambiente previo a la guerra civil las que destruirían casi por completo el templo, quemando gran cantidad de enseres y figuras (El cristo de Sopranis o la propia Virgen de la Merced por ejemplo) y conservándose hoy solamente la portada y la torre original.

En el centro de la plaza donde se ubicaba el convento y su huerto, se instaló en 1935 un teatro de finales del siglo XIX que había pertenecido al parque Genovés para que hiciera las labores de Mercado. Hoy día es la sede del Centro Municipal de Arte Flamenco.


lunes, 2 de abril de 2018

Acercamiento a la colección de arte de Emilio de Sola y Ramos en la calle Adolfo de Castro de Cádiz.

Tras la publicación hace algunos meses sobre el arte perdido en la ciudad, los coleccionistas de arte en Cádiz en el siglo XIX (ver enlace http://respiracadiz.blogspot.com.es/2017/12/el-arte-perdido-en-cadiz-coleccionistas.html), nos llegó la noticia de la aparición en guía del viajero de 1930 de parte de la colección de arte que fuera de Luis de Sola y que heredó su hijo Emilio de Sola y Ramos, tras un aviso del siempre atento historiador Juan Antonio Vila. En la citada guía del viajero se nos dice sobre las colecciones privadas de arte lo siguiente:

"Hasta finales de siglo pasado existieron algunas colecciones de cuadros y objetos artísticos entre las cuales cita D. Adolfo de Castro la de D. Manuel Sáenz de Tejada, en la calle de Doblones, esquina a Cuartel de Marina, con cuadros de Durero, Morales, Murillo, Zurbarán, Ticiano Rubens y otros notables pintores, pero todos fueron desapareciendo y a parte de algún que otro cuadro de relativa importancia, sirviendo de adorno en algunos salones gaditanos, solamente conocemos los restos de la colección de D. José Luis de Sola, en la calle del Molino, procedentes en su mayoría de la colección formada por el banquero Sr. Gargollo y en la cual además de algunos muebles y esculturas, figuran cuadros de Rubens, Zurbarán, Rambrant, Fernández Cruzado, El Panadero y otros y algunos de los cuales se reproducen en esta GUÍA y que pueden ver los aficionados, mediante un permiso facilitado en la oficina de la Junta del Turismo, (Plaza de Mina-Bellas Artes,)"

Lo más curioso es que por primera vez hemos encontrado reproducciones gráficas de esos cuadros de la colección de Emilio de Sola (antes de su padre y Gargollo) y también es anecdótico que fuera visitable previo permiso.

Primero aparece en la guía parte del despacho del que fuera alcalde de Cádiz a partir de 1931 y parte de los salones con la colección;





SALÓN

















DESPACHO












La aparición de estas dos fotografías son ya significativas para la historia local de la ciudad, primero por ser la vivienda de un alcalde republicano y segundo porque en esta casa tuvo lugar una reunión el 13 de abril de 1931 que designaría al primer ayuntamiento republicano antes de su proclamación oficial en el Ayuntamiento al día siguiente, más si cabe con la colección de arte y decoración de la casa que se nos presenta.


Lo siguiente que nos aparece en la guía sobre la colección son las fotografías de diversas obras atribuidas a "primeras líneas" de la historia del arte por entonce y que procedemos a su reproducción en este post.

Así, la primera pintura que nos aparece es este San Diego de Alcalá, entonces atribuido a Zurbarán y que hoy día ya tiene confirmada su autoría. Este cuadro fue pintado hacia 1658 para el ático de un retablo dedicado al Santo en el convento del mismo nombre en Alcalá de Henares, estando hoy en el Museo del Prado.

La segunda obra que nos aparece en la guía es este "Bobo de Triana" atribuido a Velázquez. Al no ser nuestra especialidad la historia del arte hemos procedido a consultar al Doctor  Lorenzo Alonso de la Sierra y al historiador del arte Carlos Maura Alarcón, coincidiendo ambos en señalar que la atribución les parece errónea a primera vista, aunque está inspirado en Los Borrachos de Velázquez. No hemos podido averiguar qué fue de esta obra a día de hoy.




Luego aparece este retrato de García del Barrio atribuido a Goya del que no hemos podido descubrir nada.



Seguidamente nos aparece esta "Dama desconocida" atribuida a Rembrandt, que también los historiadores del arte han rechazado como tal, sin saber hoy tampoco su paradero, aunque seguramente se encuentre en alguna colección privada.

La siguiente obra es este "Diputado doceañista" de Fernández Cruzado, del que tampoco aún hemos podido descubrir nada.

Más adelante encontramos "El triunfo de la Paz" atribuido a Rubens. La consulta con Lorenzo Alonso de la Sierra nos confirma que nos encontramos ante una de las muchísimas versiones según Rubens, pero nunca de él.

El "Pêdro Zaldívar guerrillero" atribuido a Goya parece una obra más tosca y menos cuidada.

Significativo al menos es el retrato del general Menacho atribuido a El Panadero.
De mayor calidad artística según Lorenzo Alonso de la Sierra, es este San Andrés atribuido a Tintoretto, aunque el Historiador del Arte nos asegura que parece ser una obra más del barroco.



Lamentablemente, poco más sabemos de estas obras, y de las muchas otras que no aparecen en la guía y que también formaban parte de la colección, donde destacaba sobre manera un Ecce- Homo de Alonso Cano. 

Dejamos y pedimos a los historiadores del arte que sigan investigando estas colecciones privadas que existieron en nuestra ciudad en otro tiempo, su autoría y su paradero actual, para que pronto podamos saber más de todo el arte que perdió en nuestra urbe gaditana. 

lunes, 19 de marzo de 2018

EL MONASTERIO DE LA CANDELARIA

Después de la entrada sobre el Convento de los Descalzos, algunos gaditanos me pidieron que escribiera algo sobre la historia de otro convento desaparecido, en este caso del de las agustinas de la Candelaria. Lo titulo Monasterio porque así aparece en la publicación Paseo histórico-artístico por Cádiz de J.N.E por Buenaventura Hernández de 1843 que me sirve como fuente principal para describirlo.

La orden de las Agustinas Descalzas se establece en Cádiz en 1567 siendo en un principio sólo 12 mujeres en la parroquia del Rosario, teniendo que venir sus instructoras desde Jerez. Será en 1593 cuando se trasladen a la ermita de Nuestra Señora de la Candelaria, donde se adquieren las casas inmediatas para fabricar los dormitorios, inaugurándose el 29 de noviembre de 1593. 

Esta pequeña ermita era propiedad de los moriscos y tras su expulsión quedó a merced del obispo Antonio Zapata. Durante el saqueo anglo-holandés de 1596 la ermita fue casi devastada, teniendo que refugiarse las agustinas en Sevilla y en Jerez. En ese saqueo la imagen de la Candelaria fue escondida en un pozo cuando ya estaba siendo pasto de las llamas. Durante tres años se creyó que la imagen había sido quemada pero, accidentalmente en 1599 un niño cayó al pozo y dijo que en el fondo una mujer le había ayudado a salir. Al vaciar el pozo se recuperó la imagen de la Virgen de Candelaria que permaneció hasta el fin del convento en sus dependencias. 
Para recaudar fondos para el convento además de la limosna se situó en la entrada una imagen de Jesús niño en el acto de pedir limosna con la siguiente leyenda;

"¿Cómo el que hasta aquí llegó
sin dar limosna se va?
Sin duda no reparó
que es a mi madre a quien la dá
y quien la pide soy yo"

El monasterio se reedifica entre los años 1680 y 1690 y así es como lo describe la publicación antes mencionada: "La iglesia es de tres naves, la del centro grande y las laterales mui pequeñas y estrechas", sin dar una descripción del convento, aunque podemos apreciarlo en la maqueta de la ciudad que se conserva en el Museo de las Cortes de Cádiz. 

Presta especial atención el autor de la obra al altar del Sagrario, donde se situaba la Cofrradía del Descendimiento con su misterio, del que dice que es de calidad el Cristo y no tanto las demás figuras. El Descendimiento es fundado por el niño Miguel de Omaña en 1670, niño que quedó impresionado con la talla de la Quinta Angustia de Sevilla, costeando su padre las figuras para Cádiz.

En el coro de las monjas, se situaba una imagen de Jesús de la Sentencia que se cree que es la que hoy se venera en la Merced y es titular de la cofradía del mismo nombre.

Sobre el derribo del convento y la creación de la actual plaza de Candelaria seremos escuetos. Un informe del ayuntamiento alertaba sobre la ruina en parte del mismo (no así de la Iglesia). En 1874 con Fermín Salvochea de alcalde se procedió al derribo no sin la protesta de muchos católicos, entre ellos de Emilio Castelar, que había nacido frente a él, y que curiosamente daría nombre a la plaza que nunca quiso en el solar del convento. 

jueves, 8 de marzo de 2018

EL CÁDIZ 3.

Después de la urbanización completa de todo el arrecife y los rellenos de la barriada de la Paz impulsados por los alcaldes franquistas en esa apuesta personal y absurda de conseguir llegar a los 150.000 habitantes costase lo que costase, sin tenerse en cuenta la contaminación que produce el construir en primera línea de playa edificios altos, llegó un nuevo proyecto a la ciudad en los años 70, el denominado como Cádiz 3, ya que el anterior había llevado el nombre de Cádiz 2.

El Cádiz 3 se centraba en urbanizar casi toda la unión desde Cortadura a San Fernando y se basaba en los planos realizados por los ingenieros Mario Peñalver y José Sánchez Martínez- Conde. En este proyecto se alió el Ayuntamiento con la Banca Central y Fomento para iniciar unas obras que incumplían varios requisitos (por ejemplo la ley del Suelo), y que fue apoyada por el alcalde Beltrami aunque los terrenos no estaban calificados para la urbanización. Toda esta trama beneficiaría a la Bética de Autopistas y Dragados y construcciones.

Fueron muchas las protestas del Colegio Oficial de Arquitectos y de la Comisión Provincial de Urbanismo. 
proyecto Cádiz 3

En septiembre de 1974, la empresa Dragados y Construcciones comenzaba a urbanizar los terrenos de la playa en la margen derecha del istmo. La ilegalidad residía en que no se cumplieron los trámites de la ley de Suelos. Se pidió que se revocase la licencia otorgada a los especuladores, pero el Ayuntamiento no sólo se negó a revocar la licencia, sino que actuó en contra del Ministerio de la Vivienda que no había dado el visto bueno al proyecto. En mayo de 1975, el Ministerio de la Vivienda aprobó el PGOU con limitaciones en la que se suspendía el planteamiento del Cádiz 3 mientras no se proyectara uno nuevo en el que se suprimieran las zonas residenciales y turísticas. Esto iba en contra de los especuladores que con Playas de la Cortadura S.A. a la cabeza recurrieron. 

En abril de 1977 el Ministerio desestimó el recurso, pero las presiones de los especuladores continuaron durante buena parte de los años 80 con la intención de privatizar el istmo. 

Finalmente se optó por la ampliación de la ciudad en la zona del río San Pedro dentro del término municipal de Puerto Real, no con la aceptación de las empresas especuladoras. 

sábado, 17 de febrero de 2018

EL CONVENTO DE LOS DESCALZOS

Cuando paseamos por Cádiz vemos las plazas y edificios que nos legaron las diferentes desamortizaciones de las órdenes religiosas y el derribo de conventos. Entre ellos, hoy nos toca a hablar del que se situaba en la manzana que hoy ocupa el edificio de correos y lo que fuera el Teatro Andalucía y antiguo Cine Terraza, y su huerta, lo que hoy es el Mercado Central de Abastos de la ciudad.. 

Allí el 2 de junio de 1628 se inauguró el Convento de los Frailes Descalzos, bajo la advocación de Santa María de los Ángeles, siendo su guardián San Juan de Prado, enterrado en una bóveda en la Iglesia que presidía el conjunto. En esa misma Iglesia también se enterró Pedro de Ocampo Mariño, primer Gobernador Militar y Político que tuvo Cádiz. 

Para la fundación del convento e iglesia de los Descalzos se sumaron 4500 ducados, pagando el Municipio 3.035 y los regidores Hernán Sánchez de Alba y Gerónimo Hurtado lo que faltaba. Avanzadas las obras se les dio posesión a los frailes el 9 de septiembre de 1608. 

En el siglo XIX Adolfo de Castro nos hablará del convento diciendo que no tenía gusto, con "retablos abominables", sin duda por ser otro el estilo imperante al que gustaba en la época de vida del historiador, concretamente, el barroco. Aunque no es fiable la opinión de don Adolfo de Castro, si deja una pequeña reseña sobre la calidad de las imágenes de la Concepción y el San Antonio del valenciano Pedro de Vergara. También sabemos que se encontraba en el mismo la talla del Ecce-Homo que hoy se venera en la Catedral de Cádiz obra de María Luisa Roldán "La Roldana". En un lateral de la Iglesia se encontraba la Santa Escuela de Cristo para niños  desde 1691.El ingreso a la Iglesia se realizaba por la plaza de Topete y contaba con una escalinata. 

Ya en 1822 se subastaron algunas fincas pertenecientes a la orden tercera de los Descalzos, pero será en 1835 con la exclautración de las órdenes religiosas cuando el convento empiece a abandonarse, aunque la Iglesia siguió abierta al culto hasta 1868 regentada por un capellán, siendo en ese año las imágenes y objetos de valor trasladadas a otros templos en tanto que era demolido el edificio. En el año de la clausura del convento, este contaba con 13 frailes. 

Con la desamortización de 1820, los frailes dejaron la huerta y se empezaron a situar en el espacio un mercado compuesto de tablas. El municipio tuvo que indemnizar a los Descalzos, y en 1837 comenzó la construcción del Mercado, terminándose el 2 de diciembre de 1838. 

Para la demolición del convento en 1868, se aludía a su mal estado, pero en ese momento se encontraban situados dentro la escuela de párvulos de San Servando y el asilo de ancianos del Buen Pastor, por lo que el mal estado no parece que fuera muy elevado. Fue conocido por el Convento de San Diego también, por el colegio que se encontraba en el edificio.

Dentro de las historias del convento, es reseñable la creación de la cofradía de los Afligidos, a partir de la devoción de Francisco de Mendoza que encargó realizar al pintor José Severino un lienzo donde figurara la cuarta estación del Via- Crucis y que fue venerado en  la fachada de este templo desde 1719 hasta la construcción de la Iglesia de San Lorenzo y que hoy día se conserva en la misma.

También es curiosa la historia de la Mancebía o prostíbulo que existía en las inmediaciones y que fue objeto de numerosas quejas por la cercanía al convento aunque la casa de mujeres fuera anterior. 

Del Convento en pie, sólo se conserva una foto realizada desde la torre de Tavira.


sábado, 10 de febrero de 2018

LA LEYENDA DE LAS ÁNIMAS BENDITAS DE SAN ANTONIO

Desempolvo la pluma y la memoria para recuperar una historia que ya estuvo presente en nuestro antiguo blog:  Cádiz más cerquita que la mar y, lo hago, por convencimiento, aun sabiendo que lo que pasó pudo ser fruto de la casualidad o del pánico creado en una niña de 14 años y alejarse de lo que realmente parece.

En la Iglesia de San Antonio, encontramos en el pasillo que da entrada a la nave principal un cuadro negruzco en la pared que simboliza a las ánimas benditas del purgatorio. Son muchos los fieles que se paran allí para rezar por el descanso de las almas en pena que allí se encuentran a la vez que para pedir "favores" para mejorar sus vidas. Antiguamente todavía eran más los fieles, si hablamos de principios de los años 50, con una sociedad muy polarizada donde llevar un plato de comida a la mesa se antojaba una tarea casi imposible.

Nos situamos en una tarde de enero, de las que ya son oscuras apenas dando las 18 y 30 de la tarde. Desde por la mañana, una joven gaditana había sido contratada para trabajar, pero tenía un problema, la ausencia de un reloj despertador en su casa. La niña tenía miedo de llegar tarde al trabajo en su primer día laboral.

Una de sus amistades le recomendó rezarle al cuadro de las ánimas de San Antonio, diciendo que si le rezaba no iba a quedarse dormida, y así hizo la mozuela. Entro en la Iglesia miró al señor del Patio pidiéndole por su familia y se introdujo en el pasillo que da a la nave principal. Allí durante más de media hora sus plegarias y llantos fueron por su preocupación futura, encontrándose sola y secándose las lágrimas y con nerviosismo volvió a su casa en la calle General Luque.

La noche durmió a la chiquilla plácidamente, el sueño profundo la hizo verse trabajando y ayudando en una casa donde no sobraba precisamente el capital monetario.

En mitad de la noche,  la chiquilla sintió un balanceo sobre su cuerpo como si la estuvieran jalando desde varios puntos a la vez, sintió que se movía toda la cama, y su garganta se hizo sorda a la hora de gritar cautiva del pánico que se había apoderado de sus reacciones. El susto fue muy grande,  Casi sin aire miró el reloj que colgaba de la pared, eran las seis de la mañana. Las ánimas benditas del purgatorio habían cumplido su palabra.

Desde que conozco esta historia mi paso por el lugar donde se encuentra el cuadro se me hace un calvario, el pulso se me acelera y no paro de recordar el pánico vivido por esa joven chica, hoy mi madre en esa mañana que tenía pánico por quedarse dormida y no poder acudir al trabajo.

domingo, 28 de enero de 2018

EL SÍMBOLO PERDIDO

Durante muchos años esta ciudad fue conocida por ser la ciudad de Hércules, tanto es así que su escudo, el de Andalucía y el de España recuerdan el paso mítico por la isla de Erytheia del semidiós griego para robar el ganado del gigante Gerión. La España Católica y puritana no lo perdió de vista y siempre estuvo presente desde el Templo del Hércules Gaditano romano hasta prácticamente el siglo XX.

El avance de las ciencias históricas hicieron que la mitología quedara en un segundo plano y en esta ciudad la figura de Hércules fue abandonada pero, sin ser sustituida por otro símbolo gaditano. Algunos de los nuevos intentos fueron símbolos de la presencia fenicia como el Dios Melkart, los sarcófagos, monedas o incluso anillos con delfines, pero ninguno consiguió convertirse en un verdadero icono de la ciudad, como en otros lugares, han aparecido, siendo uno de los más significativos el Índalo en Almería o Miguelón en Burgos y Atapuerca.

Cádiz, ciudad con historia, no sabe aprovecharla, y perdiéndose en banalidades, no consigue definir su marca. Por ello pensamos que si no surgiera otro símbolo más identitario, debería de volver a utilizarse la marca Hércules, conocida en todo el mundo y aprovechar los pasajes de la gran mitología griega para organizar en torno a su figura una atractiva atracción cultural.

Perdimos los dragos "milenarios" pero todavía quedan algunos herederos de esa sangre del gigante Gerión, perdimos también el canal Bahía - Caleta, pero tenemos identificada la isla de Erytheia, lo que no debemos es seguir perdiendo oportunidades.



Durante mucho tiempo existió una figura de Hércules en la plaza de San Juan de
Dios que luego fue trasladada a la Alameda, pero era de mala factura, encontrándose hoy en el Ayuntamiento de la ciudad. Tenemos una figura de Hércules en el momento de la Constitución de 1812, Hércules con los dos leones recibía a los forasteros en el puente Suazo (hoy en la fachada del Ayuntamiento), y algunas representaciones más. Pero sin duda, una de las mejores representaciones, es el Hércules Farnesio que da entrada al museo de Cádiz.

Quizás, con un uso mejor de la figura, promoción, inversión e interés, se podría conseguir unificar de nuevo esa marca que ya nos definió durante mucho tiempo y que nos define en nuestro mayor signo de identidad que es nuestro escudo.


lunes, 22 de enero de 2018

DE ADUANA A PALACIO. EL EDIFICIO DE DIPUTACIÓN.

El edificio de la aduana fue construido por el ingeniero militar Juan Caballero en 1770 tras diferentes proyectos entre los cuales uno recogía tres edificios gemelos, este de la Aduana, la Casa de Contratación y el Consulado, de los que sólo se construyó el primero.  No hablaremos aquí de la historia anterior de este edificio y nos centraremos en su reforma y acondicionamiento, que tiene lugar con motivo de la visita de la Reina Isabel II. Este trabajo se encargará a Juan de la Vega quien contará con un gran equipo entre los que destacan Carlos Gazzolo, Juan Rosado, Adolfo Ruiz y Juan Bautista Vivaldi.

La morada de la corona se situó en el primer piso, una pequeña saleta daba paso a la antecámara real, un pequeño salón revestido de damasco azul celeste y artísticas lámparas de bronce sobredorado.


La sala real, la más rica, tenía las paredes de damasco rojo, con grandes espejos sobredorados y una gran araña central que iluminaba la estancia con sus veinticuatro brazos. Más severo aparece el despacho de la Reina y en el frente un cuarto de baño completo de mármol de Carrara. Desde el tocador se pasaba al dormitorio de los reyes y estancias privadas con una sala familiar, el dormitorio del príncipe, el de las infantas y el despacho del Rey.































Completaban el conjunto el comedor real con 18 metros de largo y cinco balcones, la capilla real y la sala del balcón abierto en la fachada para que la Reina presidiera los desfiles y paradas militares.

La mayoría de las dependencias han sufrido transformaciones hasta la actualidad, lo que no sucede con el Salón de Corte, hoy actual Salón Regio, de 16,50 metros de largo por 11 de ancho, solería de Carrara blanca y negra, cartelas con molduras doradas y un hermoso techo formado por una armadura de madera del que penden arañas de cristal. 

Bibliografía:

- Cirici, Narváez, Juan Ramón. Reforma y Acondicionamiento del palacio de la Aduana en 1862. en Arquitectura y Ciudad en España de 1845 a 1898. Universidad de Cádiz, 2000.

domingo, 21 de enero de 2018

LACAVE Y TRILLE por Carlos Vélez


¿QUIÉNES FUERON LACAVE Y TRILLE?


El teclear de estas letras es la desembocadura de un río. Para llegar hasta aquí hay que remontarse 30 años en el tiempo. El nacimiento de este río comienza una mañana cualquiera, en un barrio atestado de gente, tráfico y vendedores de pescado “cantando” su mercancía a los viandantes. Un niño de cuatro años sale con su abuela para hacer compras en un supermercado cercano. Paralelos al camino que siguen, discurren unos raíles oxidados, olvidados en el tiempo y en la memoria, siendo testigos de los cambios y notarios de la zona donde cumplieron la función de ser la vía de un tren que todavía el niño no sabe ni su trayecto ni el desempeño que cometía. En el entorno de esos raíles discurren la Avenida Lacave y la calle Trille. El niño todavía no conoce a esos personajes a los que un día la ciudad de Cádiz les brindó el honor de otorgar sus nombres para una avenida y una calle.

Para responder la pregunta que ronda por la cabeza de ese niño hay que remontarse a una fecha tan señalada en Cádiz como es la de 1810. Mientras la ciudad soportaba en esos momentos el asedio de las tropas napoleónicas un comerciante nacido en Navarrens, ciudad del departamento francés del bajo pirineo, funda la casa comercial La Cave, después de algunos años trabajando con su tío materno, en una tienda en la plaza de los descalzos. Aquí comienza la aventura en Cádiz de Pedro La Cave Miramont.

En sus inicios como comerciante se asocia con Macdermont en lo que se conocería como Lacave y cía. Tras unos años y a la muerte de su socio en 1824, don Pedro continúa solo hasta 1832, fecha en la que se asocia con Pablo Echecopar, formando la nueva sociedad “La cave y Echecopar”. 

Pero el desarrollo de la casa comercial registra un notable aumento de producción y exportación y facturación gracias a la colaboración de tres sobrinos de don Pedro. La sociedad está en auge y los cargueros de Lacave navegan los siete mares para el consumo de los caldos en países tan dispares como Suecia y Algeria. En la Segunda Aguada, a escasos metros del hospital del mismo nombre

, se levanta un embarcadero para el depósito de maderas para la construcción de toneles, barricas y botas. El objetivo no era solo para cubrir las necesidades propias de las bodegas de don Pedro. También se pusieron a la venta para toneleros de Jerez, Sanlucar o El Puerto.



A la muerte de don Pedro en 1850 lega toda su fortuna a sus sobrinos. Éstos, embarcados en otros negocios como la cerámica, la lana, el corcho o el aceite, deciden centrarse única y exclusivamente en el negocio de los vinos ante la gran demanda existente.





Y aquí, encontramos el origen de los raíles que observan al curioso niño del principio. El abastecimiento de los caldos no solo se hace por vía marítima y el invento de ese monstruo creado por James Watt arrastra unos vagones de madera enormes, en los que poder cargar los toneles. El tren hace su aparición por la Segunda Aguada, siguiendo hasta Puntales. Otros raíles conducen a la calle Trille. ¿Quién no conoce en Cádiz la calle Trille?!!! Pues bien, Trille era el apellido de un leal y laborioso capataz de las bodegas.



La continuación de esta historia da para otro artículo y la curiosidad y las dudas del niño quedan saciadas con este relato. El niño ya conoce el lugar donde soñaba despierto, junto a los amigos que forjaron una amistad inviolable. En el lugar donde antiguamente se transportaban toneles, pasaban trenes, trabajaban toneleros y capataces con nombres de calle daban órdenes, el niño jugó, creció y se formó junto a otros tantos como él.   En San Mateo creamos nuestro particular “meeting point” (permítanme el anglicismo) y aún resuenan por allí los ecos de un partido de paddel o el crujir de una barrica transportada…

martes, 16 de enero de 2018

Cuando se aprobó el derribo de la Iglesia de San Antonio

Corría el año 1970. Años antes se habían cambiado los peculiares remates de latón de las torres por unos macizos que habían producido que el edificio sufriera un mal casi irreparable, aunque se estima que el mal del edificio venía desde su propia consutrucción y remodelación en el siglo XIX. Ante el dinero que estaba costando la reforma se convovó una asamblea parroquial en el Colegio de Médicos.

 Los dictámenes de la misma fueron recogidos el 19 de diciember de 1970 en Diario de Cádiz con un titular poco esperanzador; "La Iglesia de San Antonio será derribada.- Se construirá una nueva".  Recogía palabras del coloquio que se organizó en la asamblea sobre si se derribaban sólo las torres o la actual iglesia poniendo en juego el dinero que costaba repararla. La demolición quedó acordada.

El párroco, padre Serrano, ante la situación del templo recordó la cifra de 130.000 pesetas anuales que había que dedicar por el último arreglo de las torres. El arquitecto José Luis Suárez, expuso soluciones, pero decía que el templo presentaba defectos de tipo estructural desde su construcción, estando podrido el maderamen y teniendo una grieta en la bóveda central. El estado era alarmante y supuso el cierre del templo.

Parecía absurdo gastar 4 millones de pesetas en reestructurar la iglesia. Se impuso la idea de construir una iglesia con un aforo mayor.

Incluso se proyectó la nueva iglesia, que rompía con un arte modernista el neoclásico interior y el barroco de la portada.

Gracias a Dios, no se llevó a cabo la demolición y la construcción de la nueva iglesia y hoy disfrutamos de una parroquia excelente y mejores cuidadas en el interior de la ciudad.


lunes, 15 de enero de 2018

Cárceles en Cádiz.

A la hora de estudiar nuestra historia muchas veces se nos escapan datos concretos sobre algunas edificaciones de nuestra ciudad. Es lo que pasa con las cárceles gaditanas, donde, exceptuando la obra neoclásica que hoy día abarca la Casa de Iberoamérica, conocemos realmente poco.

No hablaremos aquí en este pequeño resumen de las prevenciones como la de la Merced y otras, ni de nuestros castillos, usados como prisión como todos sabemos, ni tampoco de las cárceles flotantes o pontones que tan estudiados han sido en los últimos años en lo que se refiere al siglo XIX y que todavía despierta muchas lagunas en cuanto a la investigación el que se sitúo en el muelle gaditano en pleno siglo XX, por los sublevados contra los vencidos y llamado el "Miraflores".



Por ello hablaremos primero de la Cárcel Real que estaba ubicada en San Juan Dios, edificio notable, que tenía además como anexo la habitación del Alcalde y otras que conjuntamente se llamaban "Casas de la Justicia", por haber sido anteriormente sede del Juzgado del Alcalde Mayor. La planta baja la constituía la Cárcel en sí, y el edificio tenía balcones a la plaza y a la calle "Detrás del Pópulo". El primer piso lo formaban los aposentos del Corregidor y los alcaides y en parte la enfermería de los presos. Según parece el edificio tenía también arcadas o porches hacia la plaza.

Esta cárcel por su condición, situación y tamaño llamaba a la construcción de una de nueva planta, y así se empezó a planificar en 1792, empezándose las obras en 1794 de la mano de Torcuato Benjumeda, siendo terminada por Juan Daura y utilizándose a partir de 1836. Es la cárcel neoclásica que todos conocemos por la Cárcel Vieja y que hoy día alberga la Casa de Iberoamérica. Su estado ya a principios del s.XX era alarmante y el edificio fue abandonado como cárcel casi en ruinas, hasta que fue rescatado por las administraciones primero para servir de juzgados y luego para Centro de Exposiciones.

La última cárcel con la que contamos era una cárcel más al uso, que ya muchos de los lectores seguro conoció y que se situaba a la altura de lo que hoy es el pabellón deportivo Ciudad de Cádiz, junto a la fábrica de Cerveza. Una cárcel más al uso que tuvo poco tiempo de vida, ya que pronto se comprendió que los extrarradios eran los sitios más apropiados y las Cárceles gaditanas pasaron a ser las que se ubican en el Puerto de Santa María. Se inauguró en 1962 y se derribó en 1984.



domingo, 14 de enero de 2018

¿Se pudo salvar la Puerta del Mar?

La Puerta del Mar no fue una, sino dos, denomidas realmente Puertas del Mar, una de entrada y otra de salida, formada por dos grandes bovedas decoradas con portadas de mármol blanco por la parte exterior del muelle con un frontis muy sencillo, formado por cuatro columnas y un capitel en cuyo centro se veía el escudo de armas de la ciudad, y entre cartelas, la inscripción latina "DOMINUS CUSTODIAT ENTROITUM: ET EXITUM TUUN. PSAL. 120". 




Su arquitectura fue proyectada en 1718 por D.Vicente Acero, ejecutándola después don Torcuato Cayón. Las puertas se cerraban a la oración hasta 1863, cuando se amplió el horario hasta las diez de la noche, y quedaron abiertas definitivamente en 1900. Por la parte de San Juan de Dios no tenían una arquitectura especial, sino el plan general de las naves. 


Fueron derribadas en 1913. Durante muchos días el mármol de la portada principal permaneció en la vía públcia sobre el pavimento de las calles próximas y una de sus artísticas columnas sirvió durante más tiempo como asiento a los obreros de San Dimas. Allí se conservó esta portada durante un tiempo.



 Y allí se le perdió realmente la pista. Quizás en los días de hoy, esa portada hubiera sido levantada en otro lugar de la ciudad y de esa manera conservada como monumento artístico de la misma.

martes, 2 de enero de 2018

Noticias sobre el Pendón Real de Cádiz (por Salvador Santos y Moisés Camacho)

Mucho se ha hablado sobre el morado de la bandera de la ciudad, si es el púrpura de los fenicios, si tiene que ver con los comuneros, si es púrpura o morado, y también todo se ha dicho sobre el Hércules con leones y las columnas que aparece en nuestro escudo. No será aquí la labor de esta reseña la de ahondar en estas circunstancias, sino más bien buscar los orígenes del que hoy día se conserva en las vitrinas del Ayuntamiento de Cádiz. 

Y para ello tenemos que retrasar la historia hasta justamente después del saqueo anglo-holandés de la ciudad, ya que aunque antes existieron otros, sus noticias son más difusas debido a la pérdida de documentación que sufrimos en ese fatídico año de 1596.

La primera noticia después del saqueo relativa al pendón, la encontramos en el libro de Actas Capitulares, donde se describe el acuerdo para sacar el pendón en la jura de Felipe III en 1598. Estaba confeccionado en Damasco y se levantó en el mismo lugar donde se oficiaron los funerales por Felipe II, cediéndose posteriormente al Convento de Santa María. Para la Jura Real se mandó confeccionar un nuevo pendón a Sevilla. 

En 1621 se aprobó que los regidores y escribanos lo llevaran a caballo, pero la ceremonia se suspendió, debido a la escasez de equinos que había. 

El pendón y su izado estaba en manos del Alférez mayor de Cádiz y sus descendientes, la Familia Soto. El hijo de uno de ellos, Luis de Soto y Avilés dejó por escrito como era la ceremonia de alzado del pendón. Decía que se llevaba a casa del Alférez mayor por la mañana del día de la jura, colocándose éste en la ventana que da a la plaza, permaneciendo hasta la tarde, cuando llegaban con chirimías y clarines. El alférez a caballo y detrás en pareja los regidores, el gobernador y corregidor hasta la Catedral. El obispo los recibía, el alférez colocaba el pendón en el altar y se rezaba. Una vez acabado el acto se volvía a la plaza principal donde en un tablado frente al Ayuntamiento se subía la comitiva. Al final se volvía a la casa del alférez donde quedaba el pendón y la comitiva volvía al Ayuntamiento.  Otros narradores nos hablan de que el pendón se depositaba en el Ayuntamiento, al final se votó y se determinó colocarlo en el Ayuntamiento con el tiempo, en una "lucha" entre alférez y regidores por elevar el pendón en la casa del primero o en la Casa Consistorial.

La polémica se zanjó con la elaboración del nuevo Pendón el 18 de diciembre de 1746, cuando se acuerda guardarlo en la sede civil de la ciudad bajo tres llaves en una caja. Sería utilizado en la proclamación de Fernando VI y es el que aún se guarda en la alcaldía. Su descripción es la siguiente; 

"es de vara y media de Damasco Carmesí, ricamente bordado con oro, con fleco de hilo oro, teniendo bordado en la cara principal el escudo de las armas de España de oro y plata, y en cada una de las cuatro esquinas un castillo y león alternativamente. En el reverso, bordado el escudo de armas de la ciudad, un Hércules entre dos columnas sobre ondas, teniendo cada mano sobre un león con la piel de otro por vestido.."

La ceremonia de sacarlo en los actos de proclamación de los reyes caería en desuso con Amadeo de Saboya, pasando luego el pendón al museo arqueológico y luego al salón del Ayuntamiento.