por Antonio de la Cruz Sastre. (Doctorando en Artes y Humanidades por la UCA)
Seguro que
muchos hemos escuchado alguna vez aquello de “aquí si algún turista perdido
pregunta, se le coge de la mano y se le lleva la sitio”. Desde tiempos
inmemoriales, se alaba la hospitalidad de los habitantes de la ciudad de Cádiz
para con los ciudadanos extranjeros, de hecho, las colonias de forasteros
siempre han sido uno de los aspectos demográficos más interesantes y
enriquecedores para la fisionomía e idiosincrasia de nuestra ciudad.
“Gades
(…)
Franca hospitalidad al mundo ofrece,
dando
asilo a las patrias libertades:
Cádiz,
en fin – la fama lo pregona-
merece
entre las bellas, la corona.”[1]
Pero hoy,
quisiera contaros la historia de la solidaridad de un barrio, de una cofradía,
de sus gentes y de las necesidades que a ellas les afectaban y, de cómo hacerle
frente un 19 de marzo de 1831.
Y, ahora que
ya estamos inmersos en la Semana Santa y, sin pertenecer al mundo cofrade,
siempre he destacado el valor de los fondos documentales que atesoran los
archivos de las cofradías y hermandades gaditanas. En ellos se encuentran
reflejados muchos aspectos y vivencias del día a día de un barrio e
interesantes acciones con sus vecinos, capaces de aportar la información de los
quehaceres diarios de una comunidad a lo largo de los años[2].
Fruto del
valor excepcional de estos archivos, encontramos en el fondo documental del
Archivo de la Archicofradía de la Palma una documentación referente a la
solidaridad de un barrio, concretamente, localizamos un grupo de 19 papeletas y
solicitudes para participar en un sorteo de dotes realizado el día de la
festividad de San José en 1831.
Según esta
documentación, existió un sorteo de dotes en el barrio de la Viña dirigido a
las mujeres que, debido a la carestía económica de uno de los barrios más
humildes de la ciudad, no podían hacer frente al aporte de la dote para el
casamiento. Así pues, relatan los documentos, como para ayudar a sus vecinos,
se colocarán carteles informativos por todo el barrio para que las mujeres
puedan optar a dicho sorteo, cuyos requisitos eran:
-
Mujer
-
Estar bautizada
-
Ser pobre de solemnidad
-
Edad máxima de 30 años
-
Residir en el Barrio de la
Viña
Pero, mejor
nos lo cuenta “Antonia Merino”, una de las 19 participantes del sorteo viñero:
“Sres.
Presidentes y demás oficiales de la Archicofradía de Nuestra Señora de La
Palma.
Antonia Merino
natural de Cádiz, de estado soltera de edad veinte y nueve años, bautizada en
la Parroquia de San Lorenzo, hija de José Merino y de Carmen Hernández
(Difunta) Habitante del Barrio de la Viña, calle de San Nicolás nº 225 a
Ustedes. Expone que hallándose adornada de la circunstancia que se requiere
para obtener unas de las dotes que se han de sortear en el próximo día de San
José, suplica a ustedes se sirvan previos los informes oportunos incluirla en
el sorteo cuya gracia ni duda obtener de ustedes mediante lo expuesto y la
pobreza en que se halla la suplicante.
Cádiz
24 de Febrero de 1831
Firma
Antonia Merino”
Algunos
de los datos más relevantes: las diversas residencias que aparecen en las
papeletas del sorteo, son el reflejo principal de la humildad con la que se
vivía en la primera mitad del XIX en el barrio de la viña. Según los datos, las
calles son las siguientes:
-
San Leandro, actual Calle de
la Palma: 7
-
Calle Jesús, María y José,
actual Calle Paraguay: 2
-
Calle San Nicolás: 1
-
Calle de la Portería: 2
-
Calle Trinidad: 1
-
Calle de la Rata, actual
Calle Paz: 1
-
Calle Consolación, actual
Cristo de la Misericordia: 2
-
Calle San Félix: 1
-
Calle de la Caridad, actual
Calle Bolivia: 1
-
Calle Ángel de la Viña, actual
Calle Ángel: 1
Localización de las viviendas de las solicitantes
Las
edades oscilan entre los 9 a los 29 años y, los Bautismos se han realizado en
tres parroquias diferentes:
Bautizos:
Este
tipo de sorteos no era algo desconocido, se sabe que filántropos como el
comerciante sirio Juan Clat "Fragela"
y su posterior fundación, ya los llevaban a cabo en la ciudad a finales del
XVIII. Posteriormente, entidades como la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de
Cádiz en 1886 o el Casino Gaditano, ya entrado el siglo XX, siguieron con
la práctica.
Pero,
para finalizar y, para volver al presente, destacar las labores de los nuevos
movimientos, asociaciones y comunidades que se aúnan para favorecer a los más
necesitados, llámese Banco de Alimentos, Calor en la Noche, Amigas al Sur y un
largo etcétera, del cuál podemos seguir haciendo gala de la humildad y la
solidaridad que caracteriza a nuestro pueblo.
[1] Glorias
de España: Colección de emblemas latinos con su versión parafrástica al
castellano en que se califica á la primeras ciudades que fueron cortes de reino
ó capitales de antiguas provincias, por los mas notables hechos históricos á
ellas referentes, compuesta y dedicada á las mismas por Juan Saiz de Arroyal. 1861.
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