Su arquitectura fue proyectada en 1718 por D.Vicente Acero, ejecutándola después don Torcuato Cayón. Las puertas se cerraban a la oración hasta 1863, cuando se amplió el horario hasta las diez de la noche, y quedaron abiertas definitivamente en 1900. Por la parte de San Juan de Dios no tenían una arquitectura especial, sino el plan general de las naves.
Fueron derribadas en 1913. Durante muchos días el mármol de la portada principal permaneció en la vía públcia sobre el pavimento de las calles próximas y una de sus artísticas columnas sirvió durante más tiempo como asiento a los obreros de San Dimas. Allí se conservó esta portada durante un tiempo.
Y allí se le perdió realmente la pista. Quizás en los días de hoy, esa portada hubiera sido levantada en otro lugar de la ciudad y de esa manera conservada como monumento artístico de la misma.
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